TEHERAN, Irán. Una treintena de bomberos fallecieron y unas 75 personas resultaron heridas el jueves por el colapso de un rascacielos en llamas en Teherán, según medios estatales.
La tragedia afectó al edificio Plasco, una estructura icónica en el centro de Teherán, justo al norte de un concurrido bazar de la capital iraní.
Las autoridades iraníes no dieron en un primer momento una cifra de víctimas, algo habitual en desastres que aún están en desarrollo.
La televisión estatal iraní Press TV informó de la muerte de los bomberos sin ofrecer la fuente de su información. Una televisora local reportó que 30 civiles resultaron heridos, mientras que la agencia de noticias estatal IRNA apuntó que 45 bomberos presentaban lesiones.
Los bomberos lucharon contra las llamas durante varias horas antes de que el inmueble se viniera abajo. El fuego parecía ser más intenso en los pisos superiores antes del derrumbe. En esa parte del edificio había talleres textiles, donde los sastres cocinan su comida y emplean viejos calefactores de queroseno para calentarse en invierno.
La policía intentó alejar de la zona a compradores y a otros que querían entrar para rescatar sus pertenencias.
No había “civiles corrientes” atrapados bajo los escombros, indicó el alcalde de Teherán, Mohammad Bagher Ghalibaf. Sin embargo, los testigos dijeron que algunas personas habían eludido el cordón policial y regresado al edificio.
El edificio se derrumbó en cuestión de segundos, como mostró en vivo la televisora estatal, que había comenzado una entrevista con un periodista desplazado al lugar del incidente. Una densa columna de humo marrón se elevó sobre los restos. Testigos lloraron de pena.
Diez parques de bomberos trabajaban en la extinción de las llamas, que se reportaron alrededor de las 08:00 de la mañana, explicó antes Jalal Maleki, vocero del departamento de bomberos. El ejército envió unidades militares para ayudar en las tareas, agregó la televisión.
El edificio de 17 plantas fue construido a principios de la década de 1960 por el empresario judío-iraní Habib Elghanian y recibió el nombre de su empresa de manufacturas. En ese momento, era el más alto de la capital.