SANTO DOMINGO. Los principales centros de salud públicos de la región Norte del país, sometidos a trabajos de reconstrucción desde hace varios años, se encuentran en un punto muerto y sin fecha para ser entregados por parte de las autoridades del Gobierno central a sus respectivos directores.
En la actualidad, centros sanitarios como el regional universitario Doctor José María Cabral y Báez, de Santiago; Ricardo Limardo, en Puerto Plata; Padre Fantino, de Montecristi; Luis L. Bogaert, de Valverde; Doctor Pedro E. Marchena y San Vicente de Paúl de Monseñor Nouel y Duarte, respectivamente, están en medio de un proceso de reparación.
El doctor Arnulfo Suero, representante regional del Colegio Médico Dominicano (CMD), afirmó que en vez de mejorar los servicios al público, los procesos de reconstrucción han hecho que los pacientes reciban atenciones médicas con muchas limitantes.
“La calidad en el servicio que se da con los hospitales en esa condición es insuficiente e inadecuada”, refirió el doctor Suero, quien añadió: “Es un caos trabajar en un hospital que está en medio de una remodelación”.
Según dijo, en algunos casos el Gobierno fijó periodos de hasta menos de 12 meses para concluir con los trabajos, sin embargo, ya han pasado hasta tres y cuatro años y no terminan las obras.
Otros centros
Los trabajos de un anexo en el hospital Inmaculada Concepción de Cotuí, en la provincia Juan Sánchez Ramírez, tiene dos años paralizados.
Mientras que en la Línea Noroeste, donde los gremios de la salud han paralizada las consultas y las cirugías selectivas hasta por varios meses, esperan por la terminación de los hospitales de Mao, Santiago Rodríguez, Montecristi y Dajabón.
Duarte y Monseñor Nouel
A casi ocho meses de que desde el Ministerio de Salud Pública y la OISOE se inició la construcción de los hospitales Doctor Pedro E. Marchena y San Vicente de Paúl de Monseñor Nouel y Duarte, respectivamente, aún no se ha colocado el primer block.
El primer picazo para la construcción del nuevo hospital Doctor Pedro E. Marchena, de Bonao, fue dado en mayo del pasado año, pero tan pronto se fueron las autoridades de los terrenos donde estará la obra, paralizaron los trabajos del mismo.
De acuerdo a un informe elaborado por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, al que este diario tuvo acceso, el edificio, construido en el año 1952 durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, representa un peligro para el personal y la población que acude en busca de asistencia médica, dada su antigüedad.