Santiago. A solo un día de que venció el plazo para la operación del mercado de pulgas de Pueblo Nuevo, la alcaldía inició, en medio de protestas, el desalojo de tarantines y mesas.
Aunque la medida ha caído bien entre quienes por años se quejaban del caos que generaba dicho mercado con el lanzamiento de basura, no es así entre comerciantes que tenían sus puestos improvisados.
El traslado al nuevo local en el sector El Ingenio está previsto para el próximo jueves 12 de enero. Algunos vendedores llegan al punto de desconocer la decisión municipal de trasladarlo, alegando que se violentó el acuerdo arribado entre las partes.
Y es que el documento firmado entre las partes establecía que serían llevados a un terreno ubicado en la comunidad Canabacoa. Sin embargo, esto no pudo ser posible debido a que está ubicado en el municipio de Puñal. Ante la presión de diversos sectores, el cabildo optó por buscar un terreno municipal en la parte oeste. Los vecinos de El Ingenio también han rechazado el mercado en su sector y elevaron una Acción de Amparo ante el tribunal competente. Camilo Aracena, encargado del operativo de desalojo, asegura que solo son 500 las mesas a desmantelar para empezar a convertir a Pueblo Nuevo en un barrio modelo. Sin embargo, vendedores como Pedro Armengot asegura que superan las tres mil.
Solo Armengot tiene aproximadamente 60 tarantines que cada jueves alquilaba a los dominicanos y haitianos que exponen sus mercancías. Pedro Minaya, hermano de Armengot, opera un pequeño colmado, y advierte que el traslado del mercado lo llevaría a la ruina.
“A quién le venderemos un plato de comida, un refresco o jugos, si lo que le daba vida a este mercado eran las personas que venían cada jueves”, puntualiza Minaya al hablar con reporteros de elCaribe. El costo por alquiler de mesa oscila entre los 75 y cien pesos, dependiendo del tamaño. En el operativo realizado ayer participaron agentes policiales y de la policía municipal, para prevenir posibles desórdenes.