Rafael Alburquerque, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, exhortó al ex presidente Hipólito Mejía a llamar a la sensatez a los dirigentes del Partido Revolucionario Moderno, y extensivo al denominado Bloque de Oposición, para que se sienten en la mesa del diálogo y retomar los temas pendientes que permitirán fortalecer el Sistema Electoral Dominicano.
El ex vicepresidente de la República expresó que pese a que el PLD pudo imponer lo que quisiera, “hasta cinco miembros del PLD en la Junta Central Electoral ”, no se quiso repetir lo que sucedió en el pasado, cuando se escogió una Junta Central Electoral que era un comité de base del antiguo PRD.
Declaró que fue el propio Presidente Danilo Medina quien solicitó a Monseñor Agripino Núñez Collado que buscara una mediación, al punto que hay tres miembros de la sociedad civil en la nueva JCE por lo que el bloque de oposición no puede decir ahora que ese órganos está bajo el control del PLD.
Rafael Alburquerque manifestó que espera que la oposición al gobierno sea lo suficientemente razonable para volver a la mesa del diálogo y retomar los temas de la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas la reforma a la Ley Electorar, ya que, aunque el PLD es mayoría en el Congreso, “no quieren imponer nada”.
Declaró que si se habla de personas apartidistas, de las cinco personas electas como miembros de la nueva JCE tres no pertenecen a ningún partido político, por lo que descartó la posibilidad de que el bloque opositor se lance a las calles a protestar.
Indicó que lo importante es que los árbitros electorales sean independientes o por lo menos equilibrados como lo fue la encabezada por Roberto Rosario y la integraban representantes de los partidos políticos.
Afirmó que si hoy en República Dominicana se cuenta con un registro civil confiable se debe a la pasada Junta Central Electoral, “que hizo una gestión magnifica con Roberto Rosario al frente”.
Reiteró que tanto el Presidente Danilo Medina como el Presidente del PLD Leonel Fernández, manifestaron su preocupación para que el presidente de la JCE sea una persona independiente, que todo el mundo lo acepte y que no tenga cuestionamientos; y que todos los partidos tuvieron la oportunidad de hacer sus propuestas, por mediación de Agripino Núñez Collado.