La Federación Ambientalista Internacional (FAI) ha declarado a partir de este año el 8 de noviembre como el Día Mundial sin Wi-Fi con el objetivo de hacer visible el riesgo al que están expuestas millones de personas que se conectan a Internet mediante el uso del sistema inalámbrico.
Según ha explicado el geobiólogo Joan Carles López Sancho, experto en descontaminación electromagnética y radiaciones y director de la Federación Ambientalista Internacional de España, las radiaciones que emiten las 280 millones de redes Wi-Fi que hay instaladas en el mundo son “una contaminación silenciosa y un tóxico ambiental avalado por 139 estudios”.
“No queremos ir a vivir a las cuevas sino ir a opciones inocuas, porque la mayoría desconoce la toxicidad del Wi-Fi y lo percibe como una tecnología más limpia al no tener cables, pero esta radiación recibida de manera directa y constante en las manos y la cabeza por el contacto con dispositivos como celulares, tabletas, computadoras portátiles y otros, representa un riesgo silencioso que impacta en el sistema nervioso central”, ha asegurado el geobiólogo.