Vladimir Guerrero,Juana Arrendell y Justo Castellanos completan lista de inmortales

El Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano completó el listado de deportistas que serán exaltados a la inmortalidad en su Quincuagésimo Ceremonial del domingo 16 de este mes.

La lista de 15 personalidades que serán elevadas al templo del deporte nacional ha sido completada por Vladimir Guerrero, en béisbol profesional; Juana Arrendell, en atletismo; y el propulsor Justo Castellanos Díaz.

Ellos y 12 deportistas anunciados con anterioridad abrazarán la inmortalidad en el solemne acto previsto para iniciar a las 10:00 de la mañana del tercer domingo de octubre, en el auditórium principal del Pabellón de la Fama, del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Luis Scheker Ortiz, presidente del Comité Permanente del Pabellón de la Fama, destacó el proceso de escogencia hecho por los miembros de este Comité Permanente, por los del Comité de Veteranos y los periodistas que integran las diferentes asociaciones de cronistas del país.

Recordó que precio a la selección de Vladimir, Arrendell y Castellano Díaz, ya había sido escogidos y anunciados a la prensa la tenista Joella Schad, la pesista Wanda Rijo; Cosiris Rodríguez, en voleibol; Luis Polonia, Ralph Garr y Mickey Mahler, en béisbol profesional; Luis Felipe López y Eugene Richardson, baloncesto; Ramón Smith, en taekwondo; y los propulsores César Padrón, profesor de educación física por más de seis décadas; Cristóbal Marte (voleibol) y Humberto Rodríguez (basket).

“Son 15 grandes deportistas entre atletas y propulsores que serán llevados a la inmortalizados del deporte dominicano el próximo día 16,” aseguró el doctor Scheker Ortiz.

A continuación la biografía de los nuevos escogidos para la inmortalidad del deporte, Vladimir Guerrero, Justo Castellanos Días y Juana Arrendell.

SEMBLANZA DE JUANA ARRENDELL

Ser la mejor atleta de América de su generación en la prueba de salto de altura no fue tarea fácil para la dominicana Juana Arrendell.

La nacida el 26 de septiembre de 1978 comenzó su camino al estrellato y a la inmortalidad en la entonces Academia Nacional de Atletismo, que para la época (1993) dirigía el entrenador cubano Bernardo Clark. Arrendell abandonó las pistas después de una gloriosa carrera que le hizo ganadora de tres medallas de oro en Juegos Centroamericanos y del Caribe y de una presea aurífera en Juegos Panamericanos.

Su oro en Santo Domingo 2003 fue sólo la confirmación del dominio exhibido por Arrendell desde mediados de la década de los 90’s. La espigada morena de San Pedro de Macorís hizo retumbar las tribunas de un atestado Estadio Olímpico Félix Sánchez en el que más de 30 parroquianos siguieron su prueba y su lucha por el oro contra la mexicana María Rifka González, la cubana Yanianni Argüelles y la norteamericana Stacy-Ann Grand .

Juana comenzaría a tejer una carrera de leyenda en los cinco años antes, cuando ganó su primera presea dorada de Juegos Centroamericanos y del Caribe, ganando su prueba en la versión de Maracaibo, Venezuela, en 1998. Saltó 1.91 metros.

Defendió con éxito su condición de campeona al proclamarse en los Centroamericanos de San Salvador, El Salvador, con registro de 1.97, su mejor marca personal hasta ese momento y récord de la región y de los Juegos vigente desde Santiago ’86, y que la dominicana todavía conserva.

Arrendell seguiría mostrando su recia armadura o madera de campeona cuando en Cartagena de Indias 2006, Colombia, repitió una medalla de oro por terceros Juegos Centroamericanos de manera sucesiva, una hazaña que sólo ella ha logrado en la historia del salto alto.

Además de sus logros en eventos oficiales, Arrendell obtuvo logros importantes en eventos competencias propias de su deporte, con la medalla de oro conquistada en el Campeonato Iberoamericano de Guatemala del año 2002, cuando copó el pódium con marca de 1.87m.

En este último año, la también atleta olímpica se coronaría campeona del Centroamericano y del Caribe de Atletismo, celebrado en San Antonio, Texas, Estados Unidos, donde se impuso con registro de 1.95.

Su descolo inició a cierta edad y el profesor Luciano Ramírez  tiene los méritos de ser su descubridor cuando la atleta tenía 14 años de edad. A esta misma edad Juana comenzó a la llamar la atención en los Juegos Nacionales de San Juan 92, donde ganó la medalla de plata con 1,45 metros, siendo aún una atleta del nivel juvenil.

Comenzó a representar al país en 1995 durante un Campeonato Centroamericano y del Caribe Juvenil efectuado en Trinidad & Tobago, donde concluyo en la quinta posición con 1.55.

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