NACIONES UNIDAS, 19 sep.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, encabeza este martes una nueva cumbre sobre refugiados en la ONU en la que espera reunir compromisos “significativos” de decenas de países ante la crisis global, con más fondos, más generosidad en las cuotas de admisión y más oportunidades para los desplazados.
Un día después de que la ONU organizara su propia cita sobre el tema, que se cerró sin compromisos concretos de los países, Obama presidirá la Cumbre de Líderes sobre Refugiados, una cita organizada junto a México, Jordania, Suecia, Alemania, Canadá, Etiopía y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
“Esperamos que la cita resulte en compromisos significativos, nuevos y sostenidos para hacer frente a las solicitudes humanitarias de la ONU” sobre la crisis de refugiados, dijo hoy la secretaria adjunta de Estado de EE.UU. para organizaciones internacionales, Bathsheba Crocker, en una conferencia de prensa en Nueva York.
Entre esos anuncios habrá “compromisos financieros” y “otros centrados en la expansión de programas de reasentamiento de refugiados o vías legales alternativas para su admisión” en el país en cuestión, además de “mejoras en el acceso de los refugiados a la educación y el empleo legal”, adelantó Crocker.
Estados Unidos no ha identificado a todos los países que estarán presentes en la cumbre, pero la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, aseguró el viernes pasado que serían “docenas” de naciones, e insinuó que todas ellas debían comprometerse a hacer un anuncio “significativo” para poder participar.
El mensaje principal de Obama en su discurso en la cumbre será que “la brecha entre los fondos disponibles y los que se necesitan (para hacer frente a la crisis) sigue siendo enorme”, según aseguró hoy el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, durante la primera cumbre sobre refugiados celebrada hoy en la sede de la ONU.
“Se necesitan urgentemente más medidas” para hacer frente a la peor crisis de refugiados que se ha registrado desde la Segunda Guerra Mundial, añadió Kerry.
Como preparativo para la cumbre, el Gobierno de Obama anunció la semana pasada que había elevado a 110.000 la cifra máxima de refugiados de todo el mundo que podrá acoger en el año fiscal 2017, un aumento notable respecto del 2016, en el que EE.UU. se marcó un tope de 85.000 desplazados.
“Esto supone un aumento de más del 57 % en la llegada de refugiados (a EE.UU.) desde el año fiscal 2015”, afirmó Power en una conferencia de prensa telefónica el viernes.
Estados Unidos quiere dar así ejemplo a otros países para que “también hagan su parte, dado que hasta ahora un pequeño número de naciones ha llevado una proporción desproporcionada de la carga” que supone la crisis global de refugiados, argumentó Power.
Las expectativas en torno de la reunión de este martes han aumentado a raíz de falta de resultados concretos en la cumbre celebrada hoy por la ONU, que solo produjo una declaración en la que los 193 países miembros prometieron apoyo a los países más afectados por la llegada de refugiados.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, negó hoy que el Gobierno de Obama pretendiera eclipsar la cumbre de la ONU al organizar la suya propia.
“Estados Unidos apoyó completamente esta cumbre de alto nivel de la Asamblea General de la ONU y cree que es complementaria con la Cumbre de Líderes sobre Refugiados impulsada por el presidente Obama. Las dos cumbres son cruciales para concienciar” sobre el problema, afirmó Kirby en un comunicado. EFE