Estrellas del cine, admirados por su trabajo y su belleza, comprometidos con numerosas causas solidarias y dedicados padres de una amplia familia, el divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt rompe una de las parejas más perfectas, respetadas y populares de Hollywood.
La actriz, de 41 años, presentó el lunes una solicitud de divorcio de su esposo, de 52, citando “diferencias
irreconciliables”, de acuerdo con el reporte del portal especializado en información de famosos TMZ.
Jolie buscaría la custodia de los seis hijos de la pareja y, según TMZ, no habría una tercera persona involucrada en la disolución del célebre matrimonio, sino que el principal motivo sería la manera en la que Pitt criaba a sus niños.
Conocida popularmente como “Brangelina”, no hay duda de que Pitt y Jolie formaban una pareja soñada e idílica; un amor que parecía sacado de la comedia más romántica, que acaparó durante años la atención de la prensa rosa y provocó más de un suspiro de admiración entre sus seguidores y alguno también, quizá, de envidia sana.
Dos actores de su calibre sólo podían enamorarse entre escena y escena, como así sucedió durante el rodaje de la película “Mr. & Mrs. Smith” (2005).
El inicio de su relación generó enormes titulares, ya que Pitt estaba casado con otra figura de la interpretación, Jennifer Aniston, de la que se divorció por este motivo tras cinco años de
relación