Finlandia .- Se ha logrado un gran avance en el control del movimiento de múltiples objetos sobre una placa vibradora equipada con una única fuente acústica. Tocando secuencias de notas (tonos) cuidadosamente construidas, es posible mover de forma simultánea e independiente múltiples objetos sobre la placa, hacia los objetivos que se deseen. Esto ha permitido a los creadores de esta técnica escribir, por ejemplo, palabras sobre la placa que consisten en letras separadas, a partir de trocitos de metal sueltos.
Este avance es fruto de los esfuerzos del equipo de Quan Zhou, de la Universidad de Aalto en Finlandia.
Los primeros estudios de este tipo datan de 1878, se hicieron con partículas de arena moviéndose sobre una placa vibratoria, y fueron obra de Ernst Chladni, a quien muchos consideran el padre de la ciencia moderna de la acústica. Chladni descubrió que cuando una placa está vibrando a una frecuencia determinada, los objetos se mueven hacia unas pocas posiciones, llamadas líneas nodales, específicas para dicha frecuencia. Desde entonces, ha sido común asumir que el movimiento de las partículas es aleatorio sobre la placa antes de que alcancen la línea nodal.
Esta hipótesis ha sido ahora refutada por los resultados de la investigación del equipo de Zhou.
Estos resultados indican que el movimiento también es predecible lejos de las líneas nodales. Esta capacidad de predicción brinda a quienes sepan aprovecharla mucha más libertad para controlar mediante sonido el movimiento de pequeños objetos. Ese ha sido el caso de Zhou y sus colegas, quienes han conseguido controlar de manera independiente hasta seis objetos al mismo tiempo usando un único accionador o actuador.
“Estamos muy emocionados por los resultados, porque se trata seguramente de un nuevo récord de la cantidad de movimientos independientes pueden ser controlados por un único actuador acústico”, declara Zhou.
Los objetos a controlar se colocan sobre la placa de manipulación, y se registran sus movimientos con una cámara especial para su seguimiento. Basándose en las posiciones detectadas, el ordenador del sistema escoge, de entre las notas musicales, la que con mayor probabilidad moverá el objeto hacia la dirección deseada. Después de emitir la nota, se procede a detectar la nueva posición del objeto, y el ciclo de control vuelve a iniciarse. Este ciclo se repite hasta que todos los objetos han alcanzado sus ubicaciones finales deseadas. Las notas tocadas durante los ciclos de control forman una secuencia, una especie de música si queremos verlo así.
El nuevo método se ha empleado ya para manipular una amplia gama de objetos pequeños, incluyendo componentes electrónicos, gotas de agua, semillas vegetales, bolitas de caramelo y piezas metálicas. Algunas de las aplicaciones prácticas previstas por el equipo de Zhou son transportar y clasificar microchips, manipular pequeños volúmenes de líquido en los dispositivos conocidos popularmente como “laboratorios en un chip”, o conducir hasta puntos muy específicos del interior del cuerpo humano partículas cargadas con fármacos para que actúen de un modo mucho más selectivo que con las técnicas tradicionales de administración de medicamentos.
Fuente: AMAZINGS TECNOLOGÍA