BOGOTÁ, COLOMBIA .- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como comandante en jefe del Ejército, ordenó este jueves el cese al fuego definitivo con las FARC a partir del próximo lunes. El pasado 23 de junio, Santos y el líder de la guerrilla, alias Timochenko, ya pactaron un cese al fuego bilateral, el fin del conflicto armado más antiguo de América Latina.
Santos anunció el cese al fuego definitivo después de entregar el acuerdo de paz al Congreso y pedir la convocatoria del plebiscito que refrendará los acuerdos el próximo 2 de octubre. Con la orden de que paren las operaciones militares contra la guerrilla, el presidente, ante todo, lanza un mensaje de confianza hacia las FARC y trata de seguir impulsando el optimismo en los ciudadanos.
La guerrilla inició el 20 de julio una tregua unilateral el 20 de julio de 2015 la guerrilla inició una tregua unilateral, que fue secundada por el Estado con la suspensión de los bombardeos a campamentos guerrilleros. Fue el primer paso antes del cese bilateral del fuego acordado el pasado 23 de junio y que se iba a implementar a partir de la firma definitiva. La ceremonia de la rúbrica se celebrará previsiblemente a finales de septiembre. En ese comento comenzaría la verificación de Naciones Unidas, que también se encargará de seguir el proceso del abandono de las armas por parte de las FARC. Este, en ningún caso, podrá ser superior a 180 días.
En los últimos 13 meses, el conflicto entre las FARC y el Estado ha caído a sus niveles más bajos en 52 años: tanto en número de víctimas, combatientes muertes y heridos y acciones violentas. El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) aseguraba en su último informe que la reducción de la violencia relacionada con la guerra con las FARC ha sido incluso mayo que la que se dio en 2003, dos años después de que Álvaro Uribe implementase la política de Seguridad Democrática, lo que, indudablemente, dejó muy mermada a la guerrilla.
El Gobierno y las FARC decidieron negociar en medio del conflicto, esto es, que mientras que las conversaciones se sucedían en La Habana, la guerra continuaba en Colombia. En 2013, el año siguiente del inicio del proceso de paz, murieron más de 430 personas, entre guerrilleros, miembros de la Fuerza Pública (Ejército y Policía) y civiles. Ha sido el último año con más víctimas mortales por el conflicto con las FARC, a partir de entonces, los muertos se redujeron: 342 (2014), 146 (2015) y hasta junio de este año, solo se habían registrado tres víctimas.
Los esfuerzos del Gobierno colombiano se centrarán ahora en lograr el mayor apoyo posible para que los acuerdos sean refrendados el 2 de octubre. El apretón de manos entre Iván Márquez y Humberto de la Calle supuso otro impulso en las negociaciones, tan necesitada como está de confianza. Los actos que se convocaron en distintas ciudades del país a través de las redes sociales para seguir la retransmisión del acuerdo y la alocución del presidente se convirtieron en una suerte de apoyo y reivindicación del sí.
El propio De la Calle, jefe negociador del Gobierno, que en los últimos días se ha erigido en el líder más esperanzador y constructivo del país, pidió que “ningún colombiano se abstenga de decidir. Hay do caminos: continuamos en una situación de conflicto, agonizando después de casi 7 millones de víctimas o abrimos las esperanzas de una paz firme”, señaló.
Fuente: EL PAÍS