Washington (EE.UU.) .- Parece que para muchos famosos el proceso de divorcio se convierte en un espectáculo. Si hace unas semanas el culebrón Depp Heard llegaba por fin a un final, ahora el de Frances Bean Cobain ha cogido fuerzas y se pone cada vez más polémico. La hija del rockero Kurt Cobain y Courtney Love decidió poner fin a su matrimonio con Isaiah Silva en marzo pasado y desde entonces todo ha sido motivo de pleito.
El más reciente tiene que ver, como casi siempre, con dinero. Silva le está exigiendo 22.000 euros al mes en manutención de cónyuge y el 50% de las ganancias que ella haya obtenido por acuerdos comerciales durante su matrimonio. Según el demandante, su expareja había accedido a ayudarlo económicamente.
Los documentos legales publicados por el portal de cotilleos por excelencia TMZ reclaman que Frances se ofreció pagar los gastos en concepto de vivienda, así como la matrícula del colegio del hijo que Isaiah tuvo con su pareja anterior. Supuestamente, ella habría aceptado esta cláusula cuando él dejó su trabajo después de que se casaran en 2014.
Sin embargo, el músico sostiene que su exesposa se niega a cumplir su promesa. Y recalca que ella ha heredado de su padre una fortuna que superaría los 89 millones de euros. —Frances Bean ganó acceso a un fondo fiduciario en agosto de 2010 cuando cumplió los 18 años, que incluiría el 37 por ciento de la fortuna del malogrado integrante de Nirvana—.
Frances Bean e Isaiah Silva nunca firmaron un acuerdo prenupcial, como Johnny Depp y Amber Heard, por lo tanto él exige la mitad de todas las ganancias de los ingresos que ambos amasaron mientras estuvieron juntos.
En julio pasado la expareja ya se había declarado la guerra. Silva, de 31 años, le reclamaba a la hija de Cobain, de 23 años, una guitarra de su padre, valorada en un 900.000 euros. El instrumento en cuestión es una Martin D-18E con el puente a la izquierda ya que el líder de Nirvana era zurdo. Según TMZ, Silva justifica la reclamación del instrumento porque, dice, fue un regalo de bodas que le hizo su exesposa, con la que no ha estado casado ni dos años. Además, la guitarra tiene un importante significado porque es la que usó Kurt Cobain durante su icónica actuación MTV Unplugged, en 1993. Además, la tocaba meses antes de suicidarse, en 1994.
Fuente: EL PAÍS