La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados presentan hoy siete estrategias interrelacionadas para reducir la violencia contra los niños. Todas ellas han sido puestas a prueba y han dado resultados concretos. Al aunarlas, la OMS espera reducir radicalmente los casos de violencia contra los niños.
En el último año, hasta mil millones de niños han sufrido violencia física, sexual o psicológica, según un estudio publicado recientemente en Pediatrics. El homicidio es una de las cinco causas principales de muerte entre los adolescentes. Uno de cada cuatro niños padece maltrato físico, y casi una de cada cinco niñas sufre abusos sexuales al menos una vez en su vida.
Las siete estrategias que la iniciativa «INSPIRE» pone de relieve consisten son las siguientes:
- aplicación y control del cumplimiento de las leyes: como aquellas que limitan el acceso de los jóvenes a las armas de fuego y a otros tipos de armas (Sudáfrica) y las que penalizan la imposición de castigos violentos a los niños por los padres (muchos países europeos);
- normas y valores: modificación de las creencias y los comportamientos respecto de los roles de género (Estados Unidos, India, Sudáfrica, Uganda);
- entornos seguros: adopción de medidas para eliminar los lugares conflictivos y mejora del entorno edificado, por ejemplo las viviendas (Colombia, Estados Unidos, Reino Unido);
- apoyo a padres y cuidadores: por ejemplo proporcionándoles capacitación en materia de crianza (Estados Unidos, Kenya, Liberia, Myanmar, Sudáfrica, Tailandia);
- reforzamiento económico y de ingresos: incluida la microfinanciación, junto con capacitación sobre normas de género (Afganistán, Cote d’Ivoire, Estados Unidos, Sudáfrica, Uganda);
- servicios de respuesta y apoyo: como programas de tratamiento para menores infractores (muchos países europeos y los Estados Unidos);
- educación y formación en aptitudes para la vida: por ejemplo, estableciendo un entorno escolar seguro y mejorando la vida y las aptitudes sociales de los niños (China, Croacia, Estados Unidos, Sudáfrica, Uganda).
«El conocimiento del alcance y de los daños causados por la violencia contra los niños es cada vez mayor, así como la evidencia acerca de estrategias eficaces de prevención», señala el Dr. Etienne Krug, Director en la OMS: «Ahora tenemos que utilizar ese conocimiento para trabajar de manera colectiva con el fin de crear entornos seguros, estables y estimulantes que protejan a los niños y los adolescentes frente a los daños que provoca la violencia».
Este nuevo conjunto de estrategias ha sido elaborado en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el UNICEF, End Violence Against Children, la OPS, el PEPFAR, Together for Girls, la UNODC, la USAID y el Banco Mundial. Se presenta hoy en el contexto del lanzamiento mundial de la Alianza mundial para poner fin a la violencia contra los niños.
La alianza tiene como objetivo reunir a gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado, investigadores y personalidades académicas para articular una voluntad política, promover soluciones, acelerar la acción y reforzar la colaboración para prevenir la violencia contra los niños. La OMS es miembro fundador de la alianza, y respaldará la labor encaminada a poner en práctica las estrategias en los países.
La iniciativa también tiene como objetivo contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la meta 16.2 consistente en «poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños», y a la aplicación de la resolución WHA69.5 de la Asamblea Mundial de la Salud sobre el «Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer la función del sistema de salud en el marco de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños en general».