Al menos veintisiete personas fallecieron a causa del choque frontal que se produjo la mañana del martes 12 de julio entre dos trenes locales en la región italiana de Apulia, mientras los heridos son unos cincuenta. Se trata de “una tragedia inadmisible” para el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, mientras el Primer Ministro Matteo Renzi pide que se investigue para aclarar cuanto antes lo sucedido.
Naturalmente, también el Papa reza por las víctimas, tal como se lee en un telegrama dirigido en su nombre por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, dirigido a Monseñor Francesco Cacucci, Arzobispo de Bari-Bitonto, presidente de la Conferencia Episcopal de Apulia.
El pésame por las víctimas del choque entre dos trenes locales entre las localidades del Sur de Italia, de Andria y Corato llega de todas partes. El Santo Padre Francisco asegura en un telegrama “sus oraciones por cuantos han muerto”, a la vez que “invoca del Señor la pronta curación de los heridos” y encomienda “a la protección de la Virgen María a cuantos se han visto afectados por el dramático luto”.
El choque se produjo mientras los trenes viajaban a 100 kilómetros por hora en una línea de vías únicas, que administra la compañía privada Ferrotramviaria spa, por control telefónico. Los socorros comenzaron inmediatamente y prosiguieron durante toda la noche, mientras esta mañana comenzaron en el Instituto de Medicina legal de Bari, las operaciones de reconocimiento por parte de los parientes de las víctimas. Ahora habrá que entender por qué sucedió esta tragedia y se espera una primera respuesta de la caja negra de uno de los dos trenes que ya ha sido recuperada.
Cabe destacar que desde el año 2009 hasta hoy en la red ferroviaria italiana se han producido 120 accidentes graves con un saldo de 74 muertos y casi 300 heridos. Las causas más frecuentes son los desprendimientos de tierra sobre las vías y la carencia de manutención de las infraestructuras, especialmente en las redes regionales del sur del país