Jerusalén, 27 jun (EFE).- El Consejo de Ministros del Gobierno israelí votará el próximo miércoles el acuerdo anunciado hoy desde Roma por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, para poner fin a la crisis diplomática con Turquía.
Así lo anunció el Canal 2 de la televisión israelí al dar cuenta de la oposición de los familiares de dos soldados presuntamente muertos en la última guerra con Gaza, en 2014, y cuyos cadáveres están en poder del movimiento islamista Hamás.
Los familiares aspiraban a que las negociaciones con Ankara condujeran a la restitución de los restos de sus hijos -dadas las relaciones entre el presidente Recep Tayyip Erdogan y movimiento islamista Hamás-, así como de otros dos israelíes que están cautivos con vida en la franja.
Se trata de un israelí de origen palestino y otro de origen etíope que en algún momento cruzaron la frontera y no han podido regresar.
“Netanyahu se preocupa más por Gaza que por nuestros soldados”, se quejaron al servicio de noticias Ynet familiares del sargento Hadar Goldin y Oron Shaul, los dos militares desaparecidos en 2014 y dados por muerto por el Ejército.
El acuerdo con Turquía, que permitirá a este país introducir materiales y ayuda humanitaria en la franja palestina -aunque no se levantará el bloqueo-, ha sido objeto de crítica en Israel a diestra y siniestra.
Aunque no lo ha dicho abiertamente, fuentes próximas al ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, han asegurado que éste se opondrá en la votación, una posibilidad que barajan aún varios ministros.
Más apoyo ha obtenido el primer ministro del partido nacionalista religioso “Hogar Judío”, donde consideraron que el acuerdo responde al “interés nacional”.
Por su parte, el Partido Laborista le ha reprochado el haber llegado a un acuerdo con tanto retraso, para en definitiva acordar lo que estaba ya sobre la mesa desde hace dos años y casi cerrado.
“Netanyahu comienza haciendo grandes declaraciones, después promesas y al final cede”, dijo el líder de la oposición Itzjak Herzog sobre la dilatación de un proceso que cree necesario, pero no las millonarias compensaciones -alrededor de 20 millones de dólares- que recibirán las víctimas del asalto a la Flotilla de la Libertad