1.-La buena siesta
Los ojos se cierran, el cuerpo se siente pesado. Es hora de la siesta. Dormir un rato puede ayudar a aumentar la concentración, el rendimiento y la capacidad de reacción. Pero durante el día no se debería dormir más de 30 minutos, porque tras ese lapso se entra en una fase de sueño profundo y cuesta despertar.
2.- Los bostezos son contagiosos
Cansancio, falta de oxígeno… no está del todo claro por qué la gente bosteza. Lo que sí resulta evidente es que los bostezos son contagiosos. Los científicos sospechan que ello se debe a las “neuronas espejo”, que son las que actúan cuando imitamos inconscientemente los gestos de otro individuo.
.-Somníferos
El insomnio es enervante. Para combatirlo, muchos recurren a píldoras, algunas de las cuales se venden incluso sin receta. Pero, según el informe del Gobierno alemán sobre drogas 2014, los somníferos encierran un alto potencial adictivo. Además se dice que los más comunes, las benzodiazepinas, perjudican a largo plazo la memoria y hasta pueden fomentar la demencia. Pero hay también ayudas naturales para dormir, como las almohadillas de lavanda, las gotas de valeriana o a manzanilla. Se dice que también mascar almendras ayuda a relajarse.
4.- Las fases del sueño
Dormir equivale a estar completamente tranquilo… ¡Error! Al dormir, el cuerpo atraviesa varias veces cada noche diversas fases de sueño. Se dividen en etapas MOR (movimientos oculares rápidos) y no MOR, que a su vez contemplan fases de sueño ligero y sueño profundo. En las fases MOR la actividad cerebral es alta y la persona sueña con frecuencia. En las etapas de sueño profundo, el cuerpo se relaja y regenera.
5.- Los sueños
Todavía no hay pleno acuerdo en torno a qué es exactamente la actividad psíquica que llamamos sueño. Para los neurocientíficos, los sueños son en su mayoría respuestas físicas a procesos neuronales; los psicólogos los ven como reflexiones del subconsciente. Lo que se sabe es que todas las personas sueñan más o menos la misma cantidad de tiempo, a menos que consuman psicofármacos. No obstante, no todas recuerdan sus sueños.
6.- ¿Cuánto se debe dormir?
Todos quisiéramos a veces apagar el despertador y seguir durmiendo. El sueño puede ser benéfico. Pero, en exceso, resulta incluso negativo. Dormir demasiado puede favorecer la propensión a ataques cardíacos, demencia o depresiones. Los científicos difieren en cuanto la cantidad de tiempo ideal, que varía entre seis y ocho horas. Lo alemanes suelen dormir, en promedio, siete horas.
7.- Madrugadores y dormilones
Algunos despiertan llenos de energía; otros no logran articular ni una palabra sin antes haber bebido una taza de café. Hay quienes gustan de levantarse temprano y hay quienes se acuestan y levantan tarde. Estudios han demostrado hasta cierto punto que el ánimo matutino depende también de factores genéticos.
8.- Factores perturbadores
Con el progreso de la civilización, el ruido parece aumentar por doquier. Y este es uno de los clásicos factores perturbadores del sueño. Pero también tienen un efecto negativo los desvelos ante la computadora o el smartphone. Estas pantallas luminosas pueden perturbar por ejemplo el biorritmo. Igualmente el alcohol perjudica el sueño y el metabolismo.
9.- Hombres y mujeres
Las mujeres y los hombres son distintos… también al dormir. Con frecuencia se cita un estudio del científico John Dittami, según el cual las mujeres reaccionan de manera más sensible que los hombres a la presencia de un acompañante en la cama. En general están más alertas, también durante el sueño. Los hombres, en cambio, duermen más profundamente cuando tienen a una mujer a su lado.
10.- Hábitos de sueño
Un fabricante de pulseras de control de la condición física evaluó datos de sus clientes en diversas partes del mundo y comparó sus hábitos de sueño. De acuerdo con sus conclusiones, los habitantes de Tokio son los que menos duermen: 5 horas y 44 minutos al día. Los de Melbourne están en el extremo opuesto, con 6.58 horas de sueño.\