La Marina estadounidense prohibió hoy a sus 18.600 efectivos desplegados en Japón consumir alcohol y salir de sus bases después de varios incidentes registrados en el sur del país, que incluyen el supuesto asesinato de una japonesa a manos de un exmarine. Las Fuerzas Navales de EEUU en Japón y la comandancia de la VII Flota estadounidense adoptaron hoy la decisión de prohibir beber “fuera y dentro de las bases” en respuesta a estos recientes sucesos y que son “perjudiciales para la alianza” entre los dos países, según un comunicado. La restricción del consumo de alcohol permanecerá en vigor hasta que los mandos consideren que todo “el personal entiende la importancia de un comportamiento responsable para la alianza EEUU-Japón”.
A partir de hoy los marines tiene además terminantemente prohibido abandonar sus acuartelamientos. Solo aquellos que residen fuera de las bases tienen permitido desplazarse entre su domicilio y las instalaciones, y realizar tareas fuera de las mismas como llevar y recoger en sus centros educativos a los hijos, “hacer la compra, repostar combustible o ir al gimnasio”. La orden afecta a todos aquellos miembros de la Marina desplegados actualmente o próximamente en Japón, y a aquellos de paso o pertenecientes a unidades que se encuentran realizando operaciones temporales en el archipiélago.
Activistas protestan por el asesinato de una japonesa frente a la base aérea estadounidense de Kadena en Okinawa, el 20 de mayo de 2016 (EFE)
Activistas protestan por el asesinato de una japonesa frente a la base aérea estadounidense de Kadena en Okinawa, el 20 de mayo de 2016 (EFE)
El anuncio se produce después de que el domingo una militar estadounidense fuera detenida en Okinawa (sur) por conducir ebria y causar un accidente, y dos semanas después del arresto de un exmarine en relación con la violación y asesinato de una mujer japonesa de 20 años en esta misma isla. Con motivo de la detención de este exmilitar, Kenneth Franklin Shinzato, la Marina estadounidense ya prohibió a finales de mayo a sus efectivos beber fuera de las bases.
Estos incidentes han incrementado el malestar de la población local en Okinawa con la presencia de los militares de EEUU, como muestra la mayoría absoluta obtenida en los comicios locales de la víspera obtenida por el bloque opuesto a la existencia de bases en esta parte de Japón. Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 47.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, así como al 74 por ciento de las instalaciones militares estadounidenses en el país asiático.