Ginebra, 7 jun (EFE).- Unas 50.000 personas han huido de sus casas al sudeste de Níger después de una serie de ataques del grupo yihadista Boko Haram en los últimos días, en los que murieron al menos 26 militares y más de 50 terroristas, alertó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El pasado viernes, los terroristas tomaron durante varias horas un cuartel militar en la localidad de Bosso, cerca de la frontera con Nigeria y Chad, y asesinaron e hirieron a decenas de efectivos y civiles.
El ACNUR y algunos medios locales señalan que Boko Haram volvió a atacar la localidad el sábado y el domingo, algo que las autoridades de Níger han negado, al asegurar que Bosso está de nuevo bajo el control de las fuerzas gubernamentales.
Tras el ataque, unas 50.000 personas abandonaron la localidad, la mayoría hacia el pueblo de Toumour, a unos 30 kilómetros, y otros hacia el pueblo de Diffa, más alejado, y hacia el campo de desplazados de Kabelawa, al norte, con capacidad para 10.000 personas.
Bosso se encuentra en la región de Diffa, en la que el ACNUR no trabaja desde febrero de 2015 debido a los graves problemas de seguridad, relacionados con constantes ataques del grupo terrorista.
Concretamente, antes del último asalto de Boko Haram, uno de cada tres habitantes de la región se había visto obligado a huir de la violencia.
El portavoz del ACNUR en Ginebra, Adrien Edwards, dijo que les preocupaba “el bienestar de los desplazados por la violencia en Bosso” y que por ello enviarán esta semana un grupo de expertos.
Estos ayudarán a otras agencias humanitarias que sí que están presentes sobre el terreno y a las autoridades a coordinar la respuesta para asistir a las decenas de miles de desplazados.
En total en la región de Diffa hay más de 240.000 desplazados, entre los que se encuentran refugiados de Nigeria (el país del que procede en grupo terrorista), retornados nigerinos y desplazados internos.
Los ataques en Bosso tuvieron lugar días antes de que ayer comenzasen unas conversaciones en Abuja, capital de Nigeria, entre las autoridades del país y oficiales de países vecinos como Chad, Camerún y Níger, para resolver la situación de seguridad a la que se enfrenta la región. EFE