Aunque el legendario Paul McCartney es indudablemente una de las personas más famosas del mundo, el cantante no está dispuesto a renunciar a algunos de los hábitos que le han definido desde hace décadas, como pasear por la calle, utilizar el transporte público y, cuando se da el caso, “engañar” a los viandantes que le reconocen en esas situaciones.
“Siempre me ha gustado moverme en transporte público. Desde que era un niño, he disfrutado mucho subiéndome a un autobús y recorriendo algunas calles hasta que me apetecía bajarme, únicamente por diversión. Ya sea en Nueva York, París o Londres, me apetece mezclarme con la gente y observar el mundo”, explicó el ex Beatle a la revista Q antes de revelar su estrategia para evitar que los fans le molesten.
“Lo mejor del metro de Londres es que, en general, nadie se te queda mirando. Pero si alguien me reconoce y me pregunta, ‘¿Perdone, es usted Paul McCartney’?, les engaño respondiendo: ‘¿Pero qué dice usted, está de broma? ¿De verdad cree que si fuera Paul McCartney estaría viajando en metro?’. En ese momento se dan cuenta de que es poco probable y me acaban dando la razón”, añadió el polifacético artista.