La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció este viernes que entregará suministros vitales y dará refugio a las familias que lograron escapar en los últimos días de Fallujah, una ciudad iraquí ubicada a 60 kilómetros de la capital, Bagdad.
Más de 800 familias huyeron de la zona a causa de la continua ofensiva militar para recuperar el control de la ciudad, una de las primeras en ser sitiadas por el grupo terrorista ISIS desde enero de 2014. Desde entonces, más de 3,2 millones de personas se vieron forzadas a desplazarse en todo el país.
Unas 50.000 continúan atrapadas en la ciudad a la par que persiste el intenso bombardeo de las fuerzas iraquíes contra el grupo extremista. Las rutas fueron cerradas en diciembre de 2015, impidiendo la salida de la población civil, explicó Melissa Fleming, portavoz de ACNUR en Ginebra.
“La comida es muy escasa. Escuchamos testimonios de que las personas sobreviven de arroz expirado y dátiles secos. También hemos recibido informes de que se han producido muertes por inanición. La población se vale de fuentes de agua no potables y no existen medicinas ni servicios médicos en esa área”, detalló la portavoz.
ACNUR anunció que la próxima semana abrirá dos nuevos campamentos para acomodar a 500 familias de desplazados en la ciudad de Habbaniyah.
Según la agencia, las familias que lograron huir de Fallujah han puesto sus vidas en gran riesgo en el proceso. Otros murieron en el intento, incluyendo mujeres y niños. También dieron cuentas de un número de personas que fueron ejecutadas o enterradas vivas por intentar huir.
ACNUR subrayó que la vida de los civiles no debe ser usada como rehén y urgió a la apertura de rutas seguras para permitirles acceso a asistencia y protección.