Los niños sirios pueden morir de desnutrición muy pronto si se sigue obstaculizando la entrada de la asistencia humanitaria al país, advirtió hoy el asesor de la ONU y coordinador de ayuda para Siria, Jan Egeland.
En una conferencia de prensa conjunta en Ginebra, Egeland y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, destacaron las dificultades del personal humanitario para entrar a las zonas sitiadas o remotas en ese país pese a los acuerdos con el gobierno y la oposición para socorrer a más de un millón de personas este mes.
“Incluso en las áreas donde teníamos la aprobación del gobierno ha habido una infinidad de problemas para acceder…Los niños están tan desnutridos en esos lugares que empezarán a morir si no logramos llegar a asistirlos”, dijo Egeland.
Explicó que de 18 áreas sitiadas por el gobierno y la oposición, las que se encuentran en peor situación son Darayya, Moadamya y Al-Waer.
Por su parte, de Mistura indicó que la imposibilidad de alcanzar por tierra a la población necesitada, obliga a la ONU a considerar los lanzamientos de suministros vitales desde aviones, una estrategia que requeriría del consentimiento de las autoridades nacionales, que ya lo han permitido en otros puntos del país.
Asimismo, informó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la necesidad ver progresos sobre el terreno, particularmente en referencia al cese de hostilidades y el acceso humanitario para avanzar en las conversaciones para la paz.
De Mistura señaló su intención de iniciar la siguiente de ronda de negociaciones tan pronto como sea posible pero descartó que esta ocurra dentro de las próximas dos o tres semanas.
El enviado especial afirmó que seguirá en contacto con las partes del conflicto y el Grupo Internacional de Apoyo a Siria antes de indicar el momento apropiado para la reanudación de las conversaciones en Ginebra.