Hacer ejercicio, incluso un par de horas por semana, parece reducir el riesgo de cáncer de mama, de colon y de pulmón, apuntaron los investigadores, que observaron a 1.4 millones de adultos.
El ejercicio de intensidad moderada consiste en actividades como caminar a paso vivo o jugar al tenis, mientras que el ejercicio de intensidad vigorosa conlleva actividades que pongan al corazón a latir, como correr o nadar largos, según la Oficina de Prevención de la Enfermedad y Promoción de la Salud de EE. UU.
Otros cánceres muy letales que parecen hacerse menos comunes con el ejercicio incluyen los del hígado, el estómago, los riñones, y la cabeza y el cuello.