El “profesional” puede, por ejemplo, buscar un fallo de la corte de hace 13 años, sin demora, y además explicarlo en un lenguaje sencillo; por si fuera poco, lo puede vincular con algún caso actual y detallar la relevancia de la antigua sentencia para éste.
Lo único que no hace, es no traer café. La razón: es un software de inteligencia artificial (AI). Según informó Business Insider, el programa usa el procesador IBM Watson para levantar datos a través de grandes lotes de información, y, con el tiempo, aprender cómo servir mejor a sus usuarios.
El reto en la construcción ROSS, dice Andrew Arruda, el CEO y co-fundador de Inteligencia ROSS, fue encontrar una manera para que sea tan intuitivo como un colega real, y que contara con la programación para responder hablando de manera normal, no sólo con fragmentos de palabras.
Al parecer, el desafío fue superado, ya que Ross acaba de ser presentado como la “nueva contratación” en el estudio de abogados Baker & Hostetler, especializados en casos de quiebra; a lo que se suman las licencias que ya han sido compradas por otras empresas que requieren de sus servicios y que serán anunciadas en las próximas semanas.
Según la publicación, mediante el uso de abogados AI, los estudios podrían cobrar tarifas más bajas, ya que no requerirían un equipo para buscar y analizatr dicha información.