LONDRES. La tasa de abortos en el mundo desarrollado ha disminuido a su nivel más bajo desde que se tiene registro, mientras que se ha mantenido estable en naciones más pobres, donde ocurre casi 90% de los abortos a nivel mundial, dijeron investigadores en un nuevo estudio publicado el miércoles en la revista Lancet.
En el primer análisis de tendencia mundial en materia de aborto desde 2008, los científicos encontraron que se realizan 56 millones de abortos anualmente en el mundo entre mujeres de 15 a 44 años, y que aproximadamente uno de cada cuatro embarazos termina en aborto. Casi tres cuartas partes de los abortos son realizados en mujeres casadas.
Los investigadores utilizaron datos gubernamentales y técnicas de modelado para calcular sus evaluaciones.
La tasa de abortos en países ricos cayó a su nivel más bajo de la historia entre 1990 y 2014, de alrededor de 46 abortos por cada 1.000 mujeres en 1990, a 27 abortos por cada 1,000 mujeres en 2014.
Pero en el mundo en desarrollo, la tasa se mantuvo virtualmente sin cambio, en aproximadamente 37 abortos por cada 1.000 mujeres.
“Los servicios de planificación familiar al parecer no están manteniendo el paso con el creciente deseo de formar familias más pequeñas”, dijo Gilda Sedgh, investigadora del Guttmacher Institute, un grupo de investigación estadounidense que apoya el derecho al aborto y principal autor del estudio.
La tasa más alta de abortos en el mundo se registró en el Caribe, con alrededor de 65 abortos por cada 1.000 mujeres. La tasa más baja fue en Norteamérica, con 17. El mayor descenso ocurrió en Europa del Este, donde la tasa de abortos cayó de 88 a 42 abortos por cada 1.000 mujeres.
No hubo diferencia en la incidencia de abortos en países donde el procedimiento es legal con respecto a donde es sumamente restringido o es ilegal.
“La interpretación obvia es que penalizar el aborto no lo evita, sino que empuja a las mujeres a buscar servicios o métodos ilegales”, escribió en un comentario adjunto al estudio Diana Greene Foster, de la Universidad de California en San Francisco. Señaló que los nuevos cálculos podrían ayudar a investigadores a pronosticar las consecuencias de políticas, como la expansión programas de planificación familiar, leyes que liberalicen el aborto y desarrollo de nuevos métodos de control natal.
Los investigadores agregaron que aproximadamente 225 millones de mujeres en países en desarrollo no tienen acceso a anticonceptivos.
Mujeres en otros estudios han dicho que eso se debe a que temen los efectos secundarios de métodos de anticonceptivos o que les preocupaba el estigma de buscar métodos de control natal no estando casadas.
El estudio fue pagado por gobiernos, incluidos los de Gran Bretaña, Holanda y Noruega, por varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas y otros.
Por MARIA CHENG