CANNES, FRANCIA. Woody Allen se convertirá esta noche en el primer director en inaugurar en tres ocasiones, con obras fuera de concurso, el Festival de Cannes, el más importante del mundo.
“Cafe Society” es una evocación del ambiente norteamericano de los años 30, más superficial que profundo, a través de una historia de amor a tres bandas, cuando la depresión (cuyas señales se avistan solamente a través de algunas escenas que sugieren violencia mafiosa), reinaba en Estados Unidos.
La película, vista esta mañana por la prensa acreditada aquí, es en resumen una película más que se inscribe dentro del estilo personalísimo de Woody Allen, donde hay elementos muy visibles, como una voz en off que va narrando, el uso del humor cáustico, inteligente, borrascoso, una historia de amor y una banda sonora de jazz donde el saxo y el clarinete, instrumentos que toca Woody Allen, sirven de trasfondo para narrar algo que es tan sutil que al final uno no sabe qué es lo que ha querido contar el autor de Manhattan. Destaca la fotografía y el diseño de la paleta de colores utilizada por Vittorio Storaro, ganador de tres Oscar, quien por primera vez trabaja con Allen.
Pero detrás de todo eso, Cannes amaneció hoy con tres nubarrones a la vista: uno el climático, amenazante con mojar la alfombra roja; otro el de la seguridad reforzada debido a sospechas de la posibilidad de un ataque terrorista. Incluso se supo que hace pocos días se realizó un simulacro de ataque terrorista en la misma escalinata del Teatro Lumiere, el principal, el de la alfombra roja, y los resultados fueron infructuosos para las autoridades del orden. Así que diferentes direcciones, incluida la inteligencia, tienen decenas de policías uniformados y la mayoría de civiles, en las zonas del festival.
El tercer nubarrón tiene que ver con el artículo publicado por Roman Farrow, hijo de Woody Allen y de Mia Farrow, quien es periodista de la NBC, y arremetió con una columna de opinión con llamada central en la portada del Hollywood Reporter, no más amaneció, en la que recuerda la acusación contra su padre de haber violado sexualmente a su hermana Dylan de 7 años, algo que se ha quedado en el aire en estas décadas y se pregunta si es buena la señal que envía Amazon (que aportó el 50% del financiamiento para el filme que abre el festival) a las víctimas de casos semejantes, que ellos como empresa mirarán a otro lado.
Empezamos.