SANTO DOMINGO. Rancier Almonte era un niño de tres años de edad que estaba parado en la puerta de la sala de su casa, cuando una bala perdida le impactó y destruyó sus intestinos y otros órganos internos que terminaron con su vida.
El hecho ocurrió el pasado martes en una casa humilde de un barrio pobre de Baní.
El niño fue llevado grave a la emergencia del hospital infantil Robert Reid Cabral, donde ayer falleció, después de varios intentos por salvarle la vida. Se presume que la bala era de un arma de fabricación casera de las denominadas chilena, lo que está bajo investigación.
Su cadáver fue llevado al Instituto de Patología Forense, para el procedimiento de rigor.