WASHINGTON. El Gobierno de EEUU anunció hoy un nuevo paquete de medidas para luchar contra el lavado de dinero, la evasión fiscal y la corrupción y para fortalecer la transparencia financiera, a raíz del escándalo internacional desatado por la publicación de la filtración conocida como los Papeles de Panamá.
En un comunicado, el gabinete que dirige Barack Obama informó de las decisiones tomadas, que van desde medidas ejecutivas destinadas a cubrir vacíos legales en los que se amparan los evasores fiscales hasta propuestas legislativas que se mandarán al Congreso para obligar a las empresas a identificar a sus propietarios “reales”.
Entre las medidas más destacadas está la que exige a las instituciones financieras de EEUU identificar y verificar a los auténticos propietarios de las empresas con las que hagan negocios, es decir, aquellos que poseen, controlan y se llevan los beneficios.
Esto implica, por ejemplo, que cuando una compañía inscrita en una paraíso fiscal u “offshore” trate de abrir una cuenta en un banco de EEUU, será la propia institución financiera la que deba averiguar quién está realmente detrás de esa empresa.
La norma ha sido impulsada por la unidad contra el lavado de dinero del Departamento del Tesoro y, aunque ya se propuso en 2014, la reciente publicación de los Papeles de Panamá ha acelerado su tramitación, según reconoce el propio Gobierno estadounidense.
“En las últimas semanas, la revelación de los llamados Papeles de Panamá ha situado cuestiones como la actividad financiera ilícita y la evasión fiscal en el punto de mira”, indicó el comunicado.
“Los papeles de Panamá señalan la importancia de los esfuerzos que EEUU ha llevado a cabo tanto a nivel doméstico como los que ha realizado con sus socios internacionales para lidiar con estas actividades”, añadió.
Bajo la nueva norma, los bancos y agentes de bolsa deberán identificar a quienes posean un 25 % o más de la empresa con la que están haciendo negocios.
Con ello, también se pretende, entre otras cosas, que criminales o terroristas utilicen empresas anónimas para mover dinero sin que éste sea detectado.