MADRID. Los políticos españoles no pudieron ponerse de acuerdo para formar un nuevo gobierno antes de que venciera el plazo para ello tras unas elecciones que no arrojaron un ganador claro, por lo que ahora el rey Felipe VI debe disolver el Parlamento para que se realicen nuevos comicios el 26 de junio.
Como ningún partido político tuvo apoyo suficiente para formar un nuevo gobierno ni logró armar una coalición a más tardar el lunes a la medianoche —fecha en que vencía el plazo_, está listo el escenario para efectuar de nuevo elecciones generales, algo sin precedentes en la historia del país, seis meses después de que los comicios anteriores pusieron fin al sistema bipartidista de España.
El monarca firmará el decreto de disolución parlamentaria el martes.
España ha estado sumida en un estancamiento político, administrada por un gobierno interino encabezado por Mariano Rajoy desde el 20 de diciembre, cuando los partidos nuevos Podemos y Ciudadanos alteraron el añejo dominio del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español.