¿Luchas por conciliar el sueño o mantenerlo cuando no duermes en casa? No culpes a las almohadas o a las sábanas.

(CNN) – ¿Luchas por conciliar el sueño o mantenerlo cuando no duermes en casa? No culpes a las almohadas o a las sábanas. La culpa es de tu propio cerebro.

Según un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology, la mitad de nuestro cerebro puede permanecer alerta cuando se duerme en una nueva ubicación, por lo menos en la primera noche que pasas lejos de casa.

Los científicos se dieron cuenta de esto al observar a un grupo de personas mientras dormían en un laboratorio. Estas personas eran conectadas a equipos de monitoreo cerebral y los investigadores reproducían sonidos de baja intensidad y poco frecuentes en cada uno de sus oídos. Los investigadores hallaron que la primera noche del experimento, el lado izquierdo del cerebro reaccionó fuertemente al sonido, en comparación con el lado derecho. El lazo izquierdo se relaciona con el pensamiento necesario para algún tipo de vigilancia.

Las personas se despertaban cuando los pitidos eran más frecuentes en el lazo izquierdo.

En la segunda noche del experimento, el vigilante lazo izquierdo del cerebro parecía estar dormido y menos gente se despertó.

Esto sugiere que los seres humanos pueden tener algo de cerebro tipo pájaro. Las aves pueden apagar la mitad de su cerebro cuando duermen. Al mantener un ojo abierto, literalmente, ese ojo envía información a la parte de su cerebro despierta, que puede tomar decisiones como volar o protegerse de un halcón agresivo.

Al igual que las aves, nuestro cerebro tiene dos hemisferios, pero nuestros cerebros están unidos entre sí por un pequeño manojo de nervios, a diferencia de las aves.

Algo sobre ese entorno no familiar debe mantener ese lado izquierdo de nuestro cerebro despierto, a pesar de que no dormimos con un ojo abierto.

Entonces, ¿qué puedes hacer si tienes que estar despierto y entusiasta para una reunión temprano después de intentar dormir la primera noche fuera de casa?

Hay un par de trucos que pueden ayudar. Llevar tu propia almohada. El olor familiar de tu almohada favorita puede engañar al cerebro para que piense que está en casa.

También puede ayudar encontrar un hotel con habitaciones que se parecen al propio dormitorio. Si te alojas en el futón de un amigo puede ser un poco más difícil, pero una máscara para dormir o tapones para los oídos puede ayudar. También puedes descargar aplicaciones para teléfonos inteligentes que pueden generar sonidos calmantes como las olas del mar.

“Se podría reducir el efecto de la primera noche, pero no es muy seguro que se pueda quitar el efecto completo”, dijo Masako Tamaki, investigador asociado en la Universidad de Brown y coautor del estudio.

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