QUITO, Ecuador. Tres personas fueron rescatadas con vida tras permanecer más de 120 horas entre los escombros que dejó el terremoto que asoló la costa central de Ecuador, mientras las esperanzas de hallar más sobrevivientes se diluyen con el correr de las horas.
El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, dijo que “en el sector denominado zona cero en Tarqui (sector hotelero), anoche logramos salvar tres ciudadanos más con vida. Hoy (jueves) sólo hemos podido rescatar cadáveres”.
En declaraciones al canal de televisión Teleamazonas, agregó que “aún tengo la esperanza de que podamos encontrar alguien más con vida debajo de los escombros… se guarda un hilo de esperanza de vida, que se trabaje con mucho cuidado, con supremo cuidado”.
Afirmó que en los edificios donde los rescatistas han ratificado que no hay sobrevivientes han empezado las tareas de remoción de escombros con maquinaria pesada.
La noche del sábado un terremoto de 7,8 grados de magnitud sacudió las costas centrales de Ecuador y provocó gran destrucción en ciudades como Portoviejo, donde acabó con el centro comercial y bancario; Manta, en la que destruyó buena parte del sector hotelero, y Pedernales, donde quedan apenas dos o tres edificios en pie.
En las zonas de la tragedia un fuerte olor mortecino cubre el aire mientras declinan las esperanzas y empiezan a multiplicarse las demandas de agua, comida, medicinas y cualquier ayuda que no parece llegar a todos los necesitados.
Una de las personas que fueron extraídas debajo de toneladas de escombros el martes, únicamente identificada como Yadira, dijo desde una camilla del hospital de Manta que “era una cosa tan difícil… los días se hicieron una eternidad, pensé que por lo menos había pasado enterrada un mes”.
Añadió que cerca de donde estaba había al menos 20 personas y tenían “desesperación porque todo el mundo nos estábamos quedando sin oxígeno; (por desesperación) un hombre abrió un esmalte para que nos muriéramos asfixiados”.
Otra de las sobrevivientes, Kathy, recordó en el mismo hospital que se daba ánimo cantando alabanzas a Dios “pero ellos me pedían ayuda, niños me pedían ayuda, pero no podía hacer nada. Junto a mí a había dos, pero ya no aguantaban más”.
“Los niños se volvían como locos, me mordían, un niño me metía las uñas y un señor mató a la mujer de la desesperación”, añadió con la voz entrecortada.
Otro de los rescatados, identificado como Líber, aseveró que vio morir a su esposa. “Ella estaba (con vida) hasta cuando empezó el segundo temblor, estaba feliz porque escuchó a los rescatistas, me dijo que yo me salvara para que cuide a mi hijo, ella me dijo que me virara, me abrazó, me besó y ahí murió. Antes de morir, me dijo que siempre me amó”.
Los expertos dicen que una persona sin heridas graves puede sobrevivir hasta una semana bajo los escombros, luego se debilita hasta el punto de perder la conciencia y ya no puede alertar a los rescatistas para pedir ayuda.
La destrucción causada por el poderoso sismo ha devastado decenas de poblaciones de las provincias de Manabí, en la costa central, y Esmeraldas, vecina hacia el norte. Cobró la vida de 570 personas, 526 de las cuales han sido identificadas, de acuerdo con el último informe de las autoridades. También hay 7.015 heridos y 163 desaparecidos.
El presidente Rafael Correa, en una estimación preliminar, dijo que los daños podrían alcanzar los 3.000 millones de dólares y decretó el miércoles un paquete de medidas económicas para ayudar a la reconstrucción del país.
“La sociedad se construye con el compromiso institucionalizado, con acción colectiva organizada; ésta es la manera como una sociedad moderna responde a esta clase de desastres y la forma como cada ecuatoriano, en la medida de sus posibilidades, contribuye a la recuperación de su propia patria”, dijo.
Las medidas incluyen una contribución de dos puntos adicionales sobre el IVA durante un año, una contribución por una sola vez del 3% adicional sobre las utilidades, una contribución por única vez de 0,9% sobre las personas naturales con un patrimonio mayor al millón de dólares y el aporte de un día de sueldo de quienes ganan más de 1.000 dólares mensuales.
Añadió que también tratará de vender algunos activos que el país ha acumulado en los últimos años.