DICEN PUNTO COM
SANTO DOMINGO. Será puesto en libertad condicional el hombre acusado de matar al ebanista Pedro Justino Vásquez en el sector Marañón II, de Villa Mella, según denunciaron sus familiares este sábado a Diario Libre.
“Ayer teníamos la lectura de la decisión de la jueza Mari Ramírez y ella inmediatamente determinó que el imputado era inocente y que, por tanto, él merecía la libertad”, expresó Gabriela Monegro Disla, viuda de Pedro Justino Vásquez.
Aseguró que la magistrada no permitió que los abogados de la defensa presentaran las pruebas.
“No sé qué pasó ahí, aparentemente ella se vendió porque no permitió que nuestros abogados hablaran. Ella tomó su decisión rotundamente y le dio la libertad con la condición de que el imputado fuera a firmar periódicamente a la Fiscalía y le impuso una indemnización de 200 mil pesos por daños y perjuicios, como que fue un animal que mataron y mi esposo era un hombre trabajador y era empleado del que lo mató, y lo mató porque mi esposo le estaba reclamando el pago del mes de diciembre, que le debía”, argumentó la señora Disla.
De su lado, los abogados que representan a la familia de la víctima dijeron que apelarán la decisión de la jueza.
“Fue la decisión incorrecta, ese señor mató a ese muchacho. Vamos a esperar la resolución y la vamos a apelar porque la jueza debió ratificar prisión y nosotros también pedimos prisión”, expresó José Fernando Pérez Vólquez.
Asimismo, el doctor Odalís Santana dijo que llevarán el caso a la prensa “porque fue un asunto inadecuado e improcedente de parte de la justicia”.
Santana lo consideró como un “palo asechado” e indicó que “fue como quien dice: cállense, que yo voy hacer esto y lo hizo. Fue un procedimiento muy mal, nunca había tenido un caso así. Por un gramo de droga ella no varía la medida de coerción, imagínate un caso como este”.
Más adelante, Gabriela Monegro Disla dijo que su esposo perdió la vida por cobrar un dinero que le debía el presunto homicida.
“Mi esposo le estaba haciendo un trabajo al señor Ramón Domingo Hurtado Camilo, en un apartamento en Sabana Perdida, por el barrio Lotería. Él le daba avances de 12 mil pesos quincenal y cuando terminaran el trabajo ellos arreglarían cuentas. Mi esposo apuntaba todo lo que le debían en una cátedra y cuando levantaron el cadáver no le encontraron documentos ni cartera y a mí me localizaron en horas de la noche y a él lo mataron a la 1:00 de la tarde”, explicó.
Denunció que ha tenido que mudarse tres veces por supuestas amenazas en su contra.“ Ellos andan detrás de mí para matarme y he recibido amenazas en varias ocasiones, de que si me sigo moviendo mi familia corre peligro y que ellos tienen poder y dinero para comprar el país entero. Que me quede quieta y lo deje así”, indicó.
Añadió que tiene una orden de protección, pero que las autoridades no le han dado curso.
“Yo tengo una orden de protección y ellos no le han dado curso. Nunca he visto que alguien me ande protegiendo. Yo temo por mi vida”, enfatizó.
