Investigan a exsecretario del Vaticano por desviar donaciones para remodelar apartamento

ROMA. El exsecretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, sabía que la Fundación Bambino Gesù, que recoge donaciones para este hospital pediátrico, asignó parte de estos fondos -422.000 euros- a la reestructuración del ático en el que vive, según publica hoy el semanario L’Espresso.

El semanario publica documentos que prueban que el cardenal sabía que la Fundación estaba pagando parte de la reestructuración, entre ellos la carta del presidente del Bambino Gesù, Giuseppe Profiti, en la que le ofrece estos fondos, y la respuesta de Bertone, en la que agradece la donación e incluso incluye la lista de las obras que se tienen que realizar.

Bertone había negado siempre saber de dónde procedían los fondos con los que fue reestructurado el apartamento, en el tercer piso del Palacio San Carlo, en el interior de los muros vaticanos, al que se mudó tras ser sustituido como secretario de Estado con la llegada del papa Francisco.

L’Espresso anticipó ayer la apertura de la investigación por parte del promotor de Justicia Vaticano (fiscal) contra Giuseppe Profiti, expresidente del hospital administrado por la Santa Sede, y su extesorero Massimo Spin.

El Vaticano confirmó la investigación a los dos exdirectivos pero precisó que el cardenal y exsecretario de Estado de Benedicto XVI no estaba investigado.

El periodista que firma el artículo es Emiliano Fittipaldi, quien está siendo juzgado en el Vaticano en el proceso por la filtración y publicación de documentos reservados en su libro “Avarizia” y en “Via Crucis”, escrito por el otro reportero imputado, Gianluigi Nuzzi.

En la investigación de Fittipaldi se prueba además que las facturas emitidas ascendieron a 422.000 euros -en su libro hablaba de 200.000- y que fueron pagadas con transferencias a un holding británico, LG Concractor Ltd, detrás del que estaría el constructor Giantonio Bandera, “amigo de Bertone que realizó las obras con su empresa italiana, Castelli Re”.

Según Fittipaldi, el empresario se hizo transferir el dinero a Londres porque su empresa estaba atravesando momentos de dificultad, y efectivamente quebró poco después y así pudo quedarse con el dinero.

A las acusaciones de L’Espresso, Bertone responde en una entrevista publicada hoy en el diario “Corriere della Sera” en la que afirma que en la carta él especifica que agradece el dinero “si llega desde terceros y no de la fundación”, pero asegura que pagó de su bolsillo y desconoce si ese dinero finalmente llegó.

El cardenal italiano recalca que el apartamento no es suyo sino del Vaticano y vuelve a justificar que no le parece un piso grande pues lo comparte con tres monjas y un secretario, y que, además, en el resto de habitaciones hay una biblioteca y un archivo.

“Aquí no hay lujo alguno”, dice Bertone al diario y añade que la terraza de 300 metros cuadrados es accesible al resto de vecinos.

El semanario habla de facturas para la compra de parqué de roble y mármol de Carrara y un equipo de sonido de 19.000 euros.

En el caso de una posible imputación de Bertone, sólo el Tribunal de Casación (Supremo) tendría la potestad de juzgarle al ser cardenal.

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