SANTO DOMINGO. Cuando los Yanquis dieron a Babe Ruth un contrato de dos años y US$160,000 en 1930, el entonces gerente general de los Mulos, Ed Barrow, predijo que ningún otro pelotero alcanzaría esa cifra.
Serían US$2.2 millones de 2015 si se le aplica el índice de inflación del Bureau of Labor Statistics del Departamento de Trabajo, o la mitad del promedio pagado en 2015 en Las Mayores.
Ayer, los Medias Rojas de Boston informaron al antesalista venezolano Pablo Sandoval que comenzará la campaña en la banca, y que el puesto para el que fue firmado por US$95 millones y cinco años, antes de la campaña de 2015 lo ha perdido en la pretemporada de manos del prospecto Travis Shaw.
La baja producción del “Panda” en su estreno (.245/10 HR y 47 CE), sumado a su eterno problema del peso (270 libras en 5’11 pies) colmó la paciencia de los de Nueva Inglaterra, que tomaron una decisión similar de quitar la titularidad al jardinero cubano Rusney Castillo, a quien firmaron por US$72.5 millones en agosto de 2014, por bajo rendimiento.
Shaw ganará unos US$510 mil, mientras que el club que juega en el Fenway Park debe a Sandoval US$72.4 millones hasta 2019. Una razón más para entender a Albert Pujols, cuando dice que asiste a cada entrenamiento pensando que tiene que ganarse su posición.
El equipo con el que ha brillado David Ortiz por 13 años comenzará la campaña con compromisos de pagos en personal que de momento no usará por US$37.7 millones entre Sandoval (US$17 millones), Castillo US$10.5 millones), Chris Young (US$6.5 millones) y Ryan Hanigan (US$3.7 millones).
Y lo hará, porque si bien Barrow fue certero en llevarse a Ruth de Boston a los Yanquis en 1920, y agotar una carrera gerencial que lo llevó a la inmortalidad en 1953, su visión no llegó a vislumbrar los volúmenes de dólares que manejaría la industria.
La televisión, la Internet, los palcos de lujo y las boleterías han rebosado las arcas de los equipos de la MLB a niveles que les permiten apuestas en talentos que otras industrias no se atreven.
De acuerdo con la revista Forbes, los Medias Rojas ingresaron US$398 millones en 2015 con el renglón del pago de jugadores (US$208 millones) como principal gasto y quedaron con un saldo favorable de US$43.2 millones. La misma publicación financiera da un valor de mercado al equipo de Pedro Martínez de US$2,300 millones, sólo superado por los Yanquis (US$3,400 millones) y los Dodgers (US$2,500 millones).
Pero los Red Sox no son una excepción con inversiones que no han rendido como los informes técnicos sugerían en un deporte donde las probabilidades de triunfos son bajas, y en el que quien falla siete de cada 10 oportunidades al bate es una estrella.
Según un reporte reciente de Fangraphs, hay 13 equipos que tienen compromisos por US$136 millones con peloteros que ya no están ni siquiera en sus rosters de 40 hombres, una categoría llamada dead money (dinero que no ayudará al equipo).
Los Angelinos encabezan la lista con US$29 millones, US$26.4 de ellos para Josh Hamilton, quien ahora juega para Texas, y US$2.5 para Erick Aybar, que está con los Bravos. Los Cachorros desembolsarán US$12.5 millones por Edwin Jackson, al que dejaron libre en 2015.
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