Vuelos cancelados y más de 400 kilómetros de atascos en París por la huelga general en Francia

Francia .- Francia vive este jueves una nueva huelga general, esta vez, convocada contra la reforma laboral impulsada por el presidente, François Hollande.

La convocatoria realizada por los cuatro grandes sindicatos franceses y las dos mayores organizaciones estudiantiles ha provocado ya la anulación de decenas de vuelos y perturbaciones en otros transportes públicos.

Esos problemas han causado retenciones acumuladas de 430 kilómetros en las carreteras y autopistas de acceso a París, frente a los 250 kilómetros habituales a esa hora.

Otra consecuencia del paro ha sido el cierre de la Torre Eiffel, el monumento de pago más visitado del mundo. “Los efectivos no son suficientes para abrir el monumento en las condiciones de recepción y seguridad suficientes para el público y, por lo tanto, la torre permanecerá cerrada durante toda la jornada”, ha informado en un comunicado la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE).

Las organizaciones convocantes del paro han organizado más de 200 manifestaciones por todo el país. En París, la marcha principal comienza a las 13.30 horas.

Los convocantes exigen la retirada del proyecto de ley que lleva el nombre de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, ya que -denuncian- supone “regresiones históricas” porque “facilita el despido”, permite revisar las normas sobre tiempo de trabajo para ampliar horarios y concede prioridad a los acuerdos en las empresas sobre la legislación laboral o los convenios colectivos nacionales.

“El debilitamiento de los derechos de los trabajadores y la posibilidad de despedir con mayor facilidad nunca han permitido luchar contra el paro”, ha afirmado esa agrupación en un comunicado.

Vuelos cancelados y transtornos en trenes y otros servicios públicos
Como consecuencia del paro, las compañías aéreas que operan en el aeropuerto de París-Orly han tenido que cancelar un 20% de sus vuelos allí y un tercio en el de Marsella.

La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), que había avanzado a las aerolíneas la reducción de sus programas del día a la vista de la huelga de controladores, no espera anulaciones en otros aeropuertos, pero sí numerosos retrasos, así como posibles implicaciones para los aviones que sobrevuelan el espacio aéreo francés.

En los ferrocarriles, la compañía SNCF había prevenido de que la huelga iba a afectar en particular a los cercanías de París (sólo deben circular entre un tercio y la mitad de los habituales, según las líneas) y los trenes regionales (se mantienen la mitad de los habituales). En las líneas de largo recorrido, la normalidad era la regla en los trenes internacionales, pero no así en los trenes de alta velocidad (TGV), con supresiones en algunas líneas, sobre todo en los ejes con el Atlántico y con el Sureste (una cuarta parte) y en el eje con el Norte (la mitad).

En la capital francesa, se habían reducido las frecuencias del Metro en un 25%, pero se esperaba que tranvías y autobuses funcionaran normalmente.

El paro ha causado también el cierre preventivo de liceos y la ausencia de prensa en los quioscos, así como alteraciones en numerosos servicios públicos. En el sector privado, como ocurre en estos casos, el seguimiento se prevé muy limitado.

Las aerolíneas españolas cancelan 24 vuelos con Francia
Las aerolíneas españolas han cancelado, en principio, 24 vuelos entre España y Francia debido a la huelga general de este jueves.

Iberia tenía programados diez vuelos (cinco en cada sentido) entre Madrid y el aeropuerto de Orly de los que ha cancelado 2 (uno de ida y otro de vuelta). Además, su compañía regional, Air Nostrum, ha cancelado hasta 16 vuelos.

Mientras, Air Europa ha suspendido dos de sus vuelos (uno en cada sentido) entre el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Orly.

Por último, Vueling ha cancelado cuatro vuelos (dos en cada sentido) que conectan el aeropuerto de Orly con los de Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca.

El Gobierno afirma que la reforma afronta “las inquietudes de la juventud”
En respuesta a las críticas, la ministra de Trabajo se ha mostrado este jueves dispuesta a modificar una parte de la redacción de la ley durante el debate parlamentario, entre otras cosas, para dar un tratamiento diferenciado para las pequeñas y medianas empresas.

En una entrevista conjunta con la radio RMC y la televisión BFM, Myriam El Khomri no ha entrado en detalles, pero ha señalado que los motivos que pueden justificar un despido económico -uno de los aspectos más criticados de su proyecto de ley- podrían ser diferentes según el tamaño de las empresas.

En cualquier caso, la ministra ha defendido la precisión de esos motivos para justificar despidos económicos -actualmente, el articulado presentado en el Parlamento, se contemplan cuatro trimestres consecutivos de caída de ingresos- porque, a su juicio, eso clarifica la situación para los empresarios y levanta obstáculos para que pueda haber contratos indefinidos.

Según El Khomri, el Gobierno francés escucha “las inquietudes de la juventud” y se decidió a preparar ese texto, precisamente, para afrontar la precariedad de ese colectivo.

En la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional del miércoles, la ministra destacó que su propuesta legislativa incluye la universalización a partir de 2017 de la “garantía jóvenes”, que permitirá recibir un subsidio y un proyecto de inserción laboral a los que están en paro y ni estudian ni están en formación.

Varias concesiones sobre la reforma inicial
Por su parte, el ministro de Finanzas, Michel Sapin, hizo hincapié en esa misma sesión en que el 90% del contenido del proyecto de ley es resultado de una amplia concertación con los agentes sociales.

Esa concertación se produjo con los sindicatos más moderados y, en particular, con la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), que tras las negociaciones decidió retirarse de las movilizaciones al considerar que el Ejecutivo había dado marcha atrás en algunas de las disposiciones más liberales referidas al despido.

La principal concesión del Gobierno de Manuel Valls ha sido renunciar a fijar un tope para las indemnizaciones por despido improcedente, una medida que ha sustituido por un baremo indicativo para los juzgados de lo Social.

También desaparecieron una serie de causas que podían esgrimir las empresas para despedir por razones económicas, y en su lugar serán los jueces quienes decidan su existen pérdidas que puedan justificar la supresión de empleos.

La oposición a ese proyecto de ley comenzó a finales de febrero, cuando se filtraron algunos puntos, y hasta este jueves, el momento más intenso de esas protestas fue el pasado 9 de marzo, cuando entre 200.000 personas -según las autoridades- y 450.000 -según los convocantes- se manifestaron en las calles de todo el país.

Fuente: EFE/ RTVE.es

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