París, 31 mar (EFE).- El nadador francés Yannick Agnel, campeón olímpico de los 200 metros en los Juegos de Londres de 2012, mantiene un pulso con su Federación, que le descalificó de la lista de los deportistas que participarán en los Juegos de Río de Janeiro de este verano.
La polémica se centra en el funcionamiento de los cronómetros de la piscina de Montpellier en la que ayer, miércoles, tuvieron lugar los campeonatos de Francia, en los que los deportistas debían obtener sus plazas para Río.
En la final de los 200 metros, Agnel fue tercero, según el cronometraje oficial, por detrás de Jérémy Stravius y de Jordan Pothain. Aunque ninguno de los tres obtuvo la mínima requerida por la Federación para acudir a los Juegos, el reglamento estima que los dos primeros tienen derecho a una repesca.
El tercer puesto del campeón olímpico significaba su inmediata descalificación para Río, pero las imágenes rodadas en la piscina de Montpellier y el testimonio de todos los presentes parecen indicar que Agnel fue claramente segundo.
El nadador, cuyo rendimiento esta temporada está siendo mediocre, presentó una protesta formal al hilo de las imágenes. Pero los jueces aplicaron el reglamento, que obliga a basar la clasificación sobre los cronómetros oficiales y no sobre los vídeos.
El deportista, que en las fases previas matinales ya había visto como los jueces corregían su tiempo por un error de cronometraje, decidió presentar un recurso ante el Comité Nacional Olímpico (CNO) e hizo saber que irá, si es necesario, hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de Lausana. En la red social Twitter, el nadador colgó una fotografía del final de la carrera en la que se aprecia que él está por delante de Pothain y con el texto: “Os dejo que juzguéis”.
La Federación había puesto unas mínimas olímpicas muy duras para asegurarse el mayor número posible de medallas durante los Juegos de Río. Para los 200 metros, los deportistas debían emplear menos de 1.46:06. Stravius lo hizo en 1.46:18 y Agnel en 1.46:99.