CURITIBA, Brasil. El pasado 17 de marzo se cumplieron dos años de que se iniciaran en Curitiba las investigaciones sobre un caso de lavado de dinero que luego fue desencadenando una red de corrupción a nivel de altas instancias políticas y empresariales que hoy se conoce como “Lava Jato”.
El delegado de la Policía Federal en Curitiba, Marcio Adriano Anselmo, fue la persona que inició esas investigaciones, por lo que en el mundo judicial de esta ciudad se le conoce como “el padre” de la Operación Lava Jato.
“Todo inició con el caso de una persona que lavaba dinero y después se descubrió que estaba lavando dinero para un funcionario de Petrobras (Petróleo Brasileiro) y de ahí surgieron otros funcionarios de Petrobras y surgieron empresas que pagaban”, resume el delegado la operación que, en su fase 24 (ahora va por la fase 26) había logrado 93 condenas criminales y encaminaba acciones penales contra unas 179 personas.
En dicha fase, la Operación también llevaba 114 procedimientos, 484 órdenes de registro, 117 conducencias coercitivas y 134 órdenes de prisión.
Anselmo indica que, como parte de las investigaciones, se descubrió un esquema de pagos de sobornos a funcionarios y financiamientos a campañas de partidos políticos a cambio de asignación de obras, que estima pudiera repetirse en la República Dominicana.
En la estructura de los supuestos pagos de sobornos, la Policía Federal en Curitiba y la Procuraduría Federal del Estado de Paraná colocan como principales responsables a funcionarios de la empresa estatal Petrobras y al Grupo Odebrecht, una transnacional con gran presencia en la República Dominicana, donde actualmente construye dos plantas a carbón por un costo de más de US$2,000 millones.
Para la adjudicación de esa obra, en noviembre del 2013, la empresa resultó ganadora de una licitación que fue objeto de una demanda judicial por supuestas anomalías.
La empresa China Gezhouba Group Company (CGGC) impugnó el proceso de licitación ante el Tribunal Superior Administrativo, alegando, entre otras presuntas irregularidades, que la sociedad comercial Norberto Odebreht-Tecnimont había sobrevaluado la oferta económica al presentar un monto de US$2,040 millones, cuando el tope máximo de la licitación era de US$1,500 millones. El recurso fue rechazo por el tribunal.
El propio presidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, declaró en una oportunidad que tras la licitación, el presidente dominicano, Danilo Medina, logró “tumbarle” US$100 millones al proyecto.
También admitió que Odebrecht tuvo ventajas sobre los demás concursantes, porque había trabajado en el proyecto varios años antes de la licitación (entre 2009 y 2010), cuando hizo una propuesta de plantas a gas natural que cambió luego a carbón mineral, a solicitud del expresidente Leonel Fernández.
“Puede ser que al gobierno de la República Dominicana le pase la misma cosa. Paguen, por ejemplo, un porcentaje para el gobierno o paguen para algún político”. Marcio Adriano Anselmo
¿Estructura similar en la República Dominicana?
Dentro de la estructura de Lava Jato, al Grupo Odebrecht se le acusa de usar intermediarios para el pago de sobornos, y que su expresidente, Marcelo Odebrecht, condenado en primera instancia a 19 años de prisión por el caso, no solo sabía de los pagos sino que tramitó de manera personal algunos de ellos.
Entre los intermediarios que según la justicia de Brasil usó el Grupo, señalan a los esposos Joao Santana y Mónica Moura, dos publicistas que trabajaron en las campañas electorales de Medina para las elecciones de 2012 y la actual, funciones que abandonaron para responder a las acusaciones en su contra en Curitiba, donde guardan prisión en la actualidad.
“Joao Santana aquí en Brasil era una persona muy conocida que trabajó todas las campañas más importantes desde 2002 y él hizo las tres campañas presidenciales últimas, del Partido de los Trabajadores (partido de Gobierno)”, indica Anselmo.
El agente federal asegura que Odebrecht pagó alrededor de US$3 millones para financiar campañas políticas y que las transacciones se realizaron a través de cuentas en Suiza a nombre de Santana y Moura. Por eso no duda que el esquema se haya repetido en la República Dominicana.
Recuerda que en los interrogatorios, Moura admitió que recibieron dinero de la empresa para trabajar las campañas de Venezuela y Angola, pero que, aunque admitieron trabajar en los procesos electorales dominicanos, negaron que recibieran dinero en el caso de Medina.
“Es probable que el esquema sea parecido, que reciban un porcentaje. Ellos negaron que hayan recibido cualquier dinero de la campaña de la República Dominicana, tanto de esa cuenta del exterior, pero él estaba trabajando en la campaña ahora, entonces…”, dice Anselmo con cara de escepticismo.
Aclara que en las investigaciones, en principio, no existen anotaciones sobre la República Dominicana, pero que “como Odebrecht tiene muchas obras allá, puede ser que ellos usaran el mismo esquema que en Brasil”.
“Algunos casos específicos dan para afirmar más o menos que ellos (Odebrecht) recibían financiamiento pero tenían que pagar un porcentaje al gobierno brasileño. Pagaban un por ciento al partido de gobierno y un por ciento a un funcionario de Petrobras. Puede ser que al gobierno de la República Dominicana le pase la misma cosa. Paguen, por ejemplo, un porcentaje para el gobierno o paguen para algún político”, comenta.
En Perú y Argentina, países donde el Grupo Odebrecht ejecuta proyectos de infraestructura, se investigan situaciones relacionadas con Petrobras.