SANTO DOMINGO. Ataviado con una camiseta y un chaleco color naranja, Amaury Morfe vigila de forma sigilosa el balneario de Boca Chica para así poder responder a tiempo ante cualquier eventualidad que se presente dentro y fuera del agua.
Es la primera vez de Morfe como voluntario en Boca Chica, una playa a la que acuden miles de personas y cuya afluencia se incrementa en días feriados como el Viernes Santo, aunque al mediodía de hoy todo parecía dentro de lo normal.
Estudiante de Medicina, pero con 20 años de experiencia como voluntario de la Defensa Civil, Morfe es uno de los más de 8, 800 voluntarios que a nivel nacional intervienen en 1, 011 puestos de socorro para garantizar la seguridad e integridad de quienes circundan por zonas turísticas y carreteras.
Destaca que para desarrollar la labor de socorrista voluntario es necesario tener “don de servicio” para ponerlo a disposición de la comunidad y el pueblo.
“El tiempo que tenemos libre lo dedicamos a los vacacionistas para ayudarlos”, recuerda Morfe, acerca del sacrificio que implica pertenecer al cuerpo anaranjado de socorro y quien es oficial médico en la estación móvil 57 de Boca Chica.
Los puestos de socorro están compuestos por miembros de diferentes instituciones como la Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja, la Autoridad Metropolitana del Transporte y tienen como objetivo brindar asistencia a la ciudadanía que se encuentre en condiciones de peligro.