(CNN) – Solo duró 20 minutos y ocurrió a 1.200 millones de años luz de distancia, pero la NASA logró atraparlo en una cámara: una estrella en explosión.
El brillante destello de la onda de choque de la explosión de una estrella fue capturado por primera vez en luz visible por el telescopio espacial Kepler.
Un equipo internacional de investigadores analizó unos 50 billones de estrellas fotografiadas por el Kepler en un período de tres años, buscando supernovas.
La muerte de un gigante
Una supernova se produce al final de la vida de una estrella masiva con una colosal explosión, que provoca que la estrella brille más que algunas galaxias durante unas dos semanas antes de oscurecerse.
El equipo que analiza los datos de Kepler encontró exactamente lo que estaban buscando: una supergigante roja 500 veces el tamaño de nuestro Sol y a alrededor de 1,2 millones de años luz de distancia.