LA PAZ. Gabriela Zapata, la expareja del presidente boliviano Evo Morales, le dijo este jueves a un responsable de la ONU que su vida corre peligro, le pidió que atienda su caso y criticó que se ponga en cuestión la existencia del hijo que tuvo con el gobernante.
“Acá se trata de la vida de mi hijo, de su nombre y su existencia que está siendo cuestionada, no quiero imaginar con qué fines”, señaló Zapata, según la carta enviada al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Denis Racicot, y divulgada por la agencia católica de noticias Fides.
Aseveró, en su carta, que “el señor presidente ha ordenado que en el tema que hace referencia al hijo que tenemos en común, tenga carácter de reservado, por tanto estoy impedida de que yo y mis familiares puedan demostrar y hacer conocer la verdad”.
El Ministerio de Gobierno (interior) respondió casi de inmediato, en un comunicado enviado a la AFP, para señalar que “en su carta dirigida al ACNUDH, Dennis Racicot, la señora Zapata denuncia sin pruebas”, pues también hace referencias a su detención y a cómo está recluida.
En su primera manifestación pública, Zapata salió al paso de las declaraciones del vicepresidente Álvaro García y del fiscal general, Ramiro Guerrero, quienes señalaron por separado que no existió el hijo de ella y el mandatario, y que Morales fue engañado por la versión de paternidad.
A la fecha Zapata no ha mostrado al infante, pues arguye que un recurso legal del gobierno ante un juez del menor le impide hacerlo.
También afirmó que su vida corre peligro: “Me dirijo a usted con carácter de urgencia, pues mi vida está en peligro, a fin de poner en su conocimiento mi caso y solicitarle encarecidamente tenga a bien atenderlo y efectuar el respectivo seguimiento”, escribió al alto comisionado.
Zapata, exgerente comercial de la firma china CAMC -que tiene contratos por unos 560 millones de dólares con el Estado boliviano- es investigada bajo la acusación gubernamental de enriquecimiento ilícito y legitimación de ganancias ilícitas.
El escándalo arrancó a principios de febrero, cuando un periodista reveló la relación de Zapata y Morales y la existencia del menor, aunque el gobernante dijo que al poco de nacer el niño falleció.
La fiscalía investiga a Zapata y el Congreso los contratos de la firma china en Bolivia.