EE.UU. desclasificará documentos militares y de inteligencia sobre dictadura en Argentina

WASHINGTON. Estados Unidos iniciará la desclasificación de documentos militares y de inteligencia sobre su rol durante la última dictadura en Argentina, dijo este jueves una alta funcionaria, días antes de la visita del presidente Barack Obama a ese país.

“El presidente Obama -por solicitud del gobierno argentino- anunciará un extensivo esfuerzo para desclasificar documentos adicionales, incluyendo, por primera vez, archivos militares y de inteligencia”, dijo la jefa del Consejo de Seguridad Nacional, Susan Rice.

Obama anunciará la nueva iniciativa en Buenos Aires, a donde tiene previsto llegar el 23 de marzo, un día antes de la conmemoración del 40 aniversario del inicio de la última dictadura (1976-1983).

En 2002, el gobierno estadounidense desclasificó más de 4.000 cables y otros documentos que mostraban que funcionarios, incluyendo el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, estimuló la represión que dejó 30.000 desaparecidos, según organismos humanitarios.

Los nuevos documentos, que abarcan por primera vez archivos de agencias de inteligencia y el del Departamento de Defensa, podrían aclarar la profundidad de la participación de Washington en el golpe y los actos represivos que le siguieron.

Durante los años 60 y 70, Estados Unidos apoyó a regímenes dictatoriales de derecha en América Latina, para contrarrestar la expansión del comunismo y la influencia de la Unión Soviética.

“En este aniversario y más allá, estamos convencidos de hacer nuestra parte, mientras Argentina sigue sanando y avanza hacia adelante como una nación toda”, señaló Rice.

En la capital argentina, Obama visitará el Parque de la Memoria y honrará a las víctimas de la represión militar “para subrayar nuestro compromiso compartido con los derechos humanos”, añadió la funcionaria.

Académicos y organismos humanitarios argentinos, entre ellos Abuelas de Plaza de Mayo, habían hecho extendidos pedidos por la desclasificación de los documentos sobre el papel de Washington en la dictadura, un tema que sigue afectando a Argentina, uno de los países más antiestadounidenses de América Latina.

Una visita del expresidente George W. Bush en 2005 causó masivas protestas.

Igualmente, la presencia de Obama en la capital argentina para encontrarse con el nuevo mandatario de centroderecha Mauricio Macri, precisamente en el aniversario del golpe, había provocado malestar en diversos sectores políticos del país sureño.

Por ello, Obama, que viaja con toda su familia, pasará finalmente el 24 de marzo en la ciudad sureña de Bariloche, para descansar.

“Momento transformacional”

Esos gestos, según Rice, ejemplifican el progreso en las relaciones de Estados Unidos con los países latinoamericanos, no menos entre ellos el acercamiento diplomático con Cuba -un reclamo generalizado-, que Obama marcará con una histórica a La Habana el 21 y 22 de marzo.

“Nuestro hemisferio – y la relación de Estados Unidos y nuestros socios en las Américas- está en un momento transformacional”, dijo la funcionaria durante una conferencia en el centro de análisis Atlantic Center en Washington.

“Y el presidente Obama (…) pretende aprovecharlo al máximo” en Cuba, Argentina y en los últimos diez meses de su gobierno antes de abandonar la Casa Blanca, dijo Rice.

La asesora recordó que el gobierno de Obama subrayó desde 2009 su interés por una “nueva era” de cooperación con América Latina, por años corroída por el intervencionismo de Washington y la desconfianza mutua.

“Éste es un momento fundamental”, afirmó Rice.

Colombia está “al borde de la paz”, México está “fortaleciendo su justicia” y en Brasil los ciudadanos levantan su voz por principios democráticos, dijo.

Mientras tanto, Estados Unidos disfruta de las mejores relaciones en décadas con sus vecinos -las exportaciones a la región han aumentado 40% durante el gobierno de Obama-, en tanto gobiernos hostiles han sido sustituidos por otros más abiertos.

Según Rice, América Latina aún enfrenta desafíos enormes, especialmente sobre la migración de niños y adultos centroamericanos que huyen de la pobreza y la violencia de sus países, así como la resiliencia de las bandas narcotraficantes y el brote de enfermedades como zika.

Estados Unidos invertirá 750 millones de dólares este año para el desarrollo de Centroamérica.

En Venezuela, “seguimos profundamente preocupados por la marginalización del poder Legislativo y el encarcelamiento de disidentes”, en un escenario de crisis económica, señaló.

Y a pesar de la reaproximación diplomática, Cuba sigue siendo una preocupación, dijo Rice, afirmando que “nuestro compromiso inquebrantable a la democracia y los derechos humanos serán claros” durante la visita de Obama a la isla.

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