Morgan Stanley predice que el 2016 será mucho peor de lo que ha sido hasta ahora, mientras la crisis política del país se intensifica y sus problemas económicos se profundizan. Los economistas del banco ahora creen que la economía se contraerá 4.3% este año, mucho peor que la predicción anterior de 3%.
Si resulta ser exacto, el 2016 tendrá una baja mayor que el 3.8% del 2015, y los años seguidos de contracción representarán la mayor recesión del país desde que comenzaron a llevarse récords en el 1901.
“Aunque los ajustes del sector externo parecen estar en camino, la economía doméstica sigue enfrentando serios problemas de confianza por la crisis política que enfrenta el país. La crisis política no se ha disipado y actualmente se ha intensificado con un proceso revocatorio en curso que podría votarse en mayo. La parálisis política ha implicado que no ha habido avances hacia una consolidación fiscal y, dado el calendario político para el 2016, que incluye elecciones municipales en octubre, vemos poca esperanza para avances”, escribió Morgan Stanley.
Morgan Stanley advierte que podría recortar sus pronósticos aun más si la crisis política que afecta a la presidenta Dilma Rousseff se deteriora.
Más de un millón de protestantes anti gobierno tomaron las calles de Brasil el domingo, pidiendo la destitución de Rousseff y el encarcelamiento de su predecesor y mentor Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de la ira de la población por el escándalo de corrupción en Petrobras.
Rousseff ya enfrenta un procedimiento de destitución por otros alegatos de que rompió leyes del presupuesto al alterar las cuentas del país para aumentar los gastos durante su campaña de reelección.
Pero la detención y luego liberación de Lula por el escándalo Petrobras y la investigación de sobornos, ha intensificado las demandas de que Rousseff deje el puesto.
La posibilidad de un nuevo gobierno, así como una escalada en los precios de los activos, han motivado a los inversionistas a perseguir los activos brasileños. En menos de un mes, los productos brasileños de todo tipo pasaron de ser los peor comerciados a los mejores.
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