En un importante paso adelante hacia la computación energéticamente eficiente, unos ingenieros han mostrado por primera vez que los chips magnéticos pueden operar con el nivel fundamental de disipación de energía más bajo posible que permiten las leyes de la termodinámica.
El avance es obra del equipo de Jeffrey Bokor, profesor de ingeniería electrónica y ciencias de la computación en la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
Lo encontrado significa que son posibles reducciones drásticas del consumo de energía, hasta una millonésima de la cantidad de energía por operación usada por los transistores en los ordenadores modernos
Esto es esencial para los dispositivos móviles, que precisan procesadores potentes pero que puedan funcionar durante un día o más empleando baterías pequeñas y ligeras. Por otro lado, a medida que la computación se va trasladando cada vez más a la “nube”, se están multiplicando las necesidades de electricidad de los gigantescos centros de datos correspondientes, acaparando colectivamente una parte cada vez más grande de la red eléctrica de un país e incluso del mundo
Rebajar la utilización de energía es un cambio relativamente reciente en los objetivos de la fabricación de chips, después de décadas en las que el énfasis estuvo situado en colocar en ellos un número cada vez mayor de transistores, más pequeños y más rápidos.
Hacer que los transistores fueran más rápidos estaba precisando de demasiada energía. Los investigadores han estado buscando alternativas a los transistores convencionales, que actualmente dependen del movimiento de los electrones para conmutar entre ceros y unos. En parte debido a la resistencia eléctrica, se necesita una cantidad considerable de energía para asegurar que las señales que diferencian entre los dos estados son claras y distinguibles de forma fiable, y eso supone además un calor excesivo.
La computación magnética surgió como un prometedor candidato a sustituto porque los bits magnéticos pueden ser diferenciados por dirección, y eso requiere poquísima energía.