El equipo de Mau-Roung Lin, del Instituto de Prevención y Control de Lesiones, adscrito a la Universidad Médica de Taipéi en Taiwán, comparó los efectos del tai chi con los de ejercicios convencionales de fortalecimiento de las piernas, en cuanto a capacidad de reducir el número de caídas.
El tai chi (gimnasia china caracterizada por movimientos lentos de muy alta precisión y muy coordinados entre sí) fue desarrollado hace cientos de años. Combina ciertas posturas y movimientos suaves con la concentración mental, la respiración y la relajación. Puede ser practicado mientras se camina, se está de pie o incluso sentado.
Las caídas son una causa principal de lesiones graves en personas ancianas y pueden suponer la hospitalización o incluso la muerte. La artritis, enfermedades cardiacas, la debilidad muscular, los problemas de visión y equilibrio, las demencias de la senilidad y otros achaques de salud propios de una edad avanzada, pueden incrementar el riesgo de una persona mayor de sufrir una caída.
En su estudio, los investigadores repartieron entre dos grupos a 368 personas de más de 60 años que habían recibido atención médica por una caída.
El primer grupo recibió clases de tai chi individuales de una hora de duración, semanales, llevadas a cabo por profesores y durante 24 semanas.
El segundo grupo recibió sesiones de ejercicios convencionales de fortalecimiento de las piernas de una hora de duración, durante el mismo período de tiempo, impartidas por fisioterapeutas. Las sesiones incluían estiramientos, fortalecimiento muscular y adiestramiento para mantener el equilibrio.
Después de seis meses de entrenamiento, las personas en el grupo de tai chi resultaron tener una probabilidad notablemente menor de experimentar una caída que ocasionara una lesión que las que estaban en el grupo entrenado con ejercicios convencionales de fortalecimiento de las piernas. Incluso un año después del entrenamiento, las personas que practicaron el tai chi tenían una probabilidad un 50 por ciento menor de sufrir tales caídas, en comparación con las del otro grupo.
El estudio se ha publicado en la Revista de la Sociedad Geriátrica Estadounidense.