SANTO DOMINGO.- El sector transporte público, de pasajeros y de carga, sus dirigentes y máximos representantes tienen en su haber un amplio y notable historial de conflictos, que envuelve asesinatos, delitos, agresiones y confrontaciones, consecuencia del comportamiento usualmente fuera de la ley que caracteriza, en la mayoría de los casos, a ese grupo de insubordinados en la República Dominicana.
El asesinato del exrector de la UASD Mateo Aquino Febrillet, a manos según informes preliminares del líder de transporte de carga en el país, Blas Peralta, pone nuevamente sobre el tapete la actitud levantisca, caótica y agresiva de los transportistas, o al menos como mucha gente los cataloga.
Varias muertes, fuera y dentro del mismo sector transporte, involucra históricamente tanto a algunos líderes de ese sector así como a trabajadores del volante en el más bajo escalafón.
Algunos de ellos han guardado prisión, acusados, además de crímenes, de otros delitos, como la comisión de corrupción en perjuicio de los recursos del Estado.
Pero la mayoría de los casos panales que en diferentes etapas los ha implicado, casi nunca concluyen en un juicio final y por consiguiente sin una sentencia condenatoria.
Un tema que ha sido agotado por el mismo debate, ha sido la falta de autoridad de los gobiernos para sancionar de manera ejemplar los desmanes que se atribuyen a los que un periódico de circulación nacional una vez bautizó como “los dueños del país”.
Historial, casos e involucrados
La acusación de asesinato que pesa contra el presidente de la Federación Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO), Blas Peralta, viene antecedida del apresamiento de Arsenio Quevedo, máximo dirigente de UNATRAFIN (Unión Nacional de Transportistas Afines), acusado de dirigir una presunta banda de sicarios que se habría cobrado la vida de varias personas como vía de solución de conflictos.
El regidor Erickson de los Santos Solís, igualmente preso y definido segundo al mando en la referida entidad transportista, fue el imputado inicial en la supuesta cadena de crímenes, cuyas últimas víctimas fueron dos choferes pertenecientes a la empresa de transporte que dirige Juan Hubieres.
Otro reconocido empresario transportista, Antonio Marte, guardó prisión por un buen tiempo en la cárcel de Najayo, tras ser involucrado y sentenciado junto a varias personas en un desfalco millonario contra el Estado a través del denominado Plan Renove, un programa auspiciado por el gobierno con las entidades de transporte público para sustituir por vehículos nuevos la flota vehicular que daba servicio a los usuarios.
Antonio Marte, presidente de CONATRA y actual candidato a senador del Partido Revolucionario Moderno (PRM) pr la provincia Santiago Rodríguez, fue indultado y excarcelado en diciembre de 2008 mediante el decreto 847-08 del presidente Leonel Fernández.
Asimismo, en octubre del 2011, el “rebelde” Juan Hubieres, diputado al Congreso y presidente de la Federación de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO) resultó peligrosamente herido en el rostro durante un tiroteo desatado en un desalojo en el popular sector Brisa del Este.
El desalojo, solo uno de muchos conflictos que han salpicado a Hubieres, actual candidato a senador por la provincia Santo Domingo, afectaba a casi 30 familias y fue auspiciado por el entonces alcalde del municipio Santo Domingo Este, el extinto Juan de los Santos.
En julio del 2014, fue misteriosamente asesinado el dirigente choferil Antonio Pérez, de 70 años, quien apenas meses antes de su muerte estuvo involucrado en una agresión e intento de secuestro de quien fuera su esposa.
Su cuerpo, informó entonces la Policía Nacional, fue encontrado en su residencia del sector Respaldo Los Tres Ojos, en Santo Domingo Este, con golpes contusos en la cabeza.
Sin mayores conflictos, que no fuera el más amplio historial de piquetes y manifestaciones de protestas realizadas, falleció en febrero del año pasado el dirigente choferil Ramón Pérez, tras perder la batalla de varios años de lucha contra diversos problemas de salud.
FUENTE EL NUEVO DIARIO