DICEN PUNTO COM
SANTO DOMINGO.Desamparados, preocupados, nerviosos y enfermos se sienten muchos de los afectados por la explosión en una envasadora de Los Ríos el pasado 16 de febrero, debido a la poca asistencia que reciben por parte de los propietarios de establecimiento incendiado y de las instituciones oficiales.
El panorama es tétrico al observar los solares vacíos en donde una vez hubo una casa que servía de cobija a familias. Ahora solo hay desolación y algunos ajuares de lo poco que quedó servible.
Leonidas Henríquez, es la viuda de Felipe Morel, el último de los fallecidos. Ella no haya consolación al perder su compañero de más de 40 años. Las palabras no salen, pero sí dos lágrimas de sus enrojecidos ojos.
Era su esposo el que sostenía la familia y pagaba el alquiler de la casa ahora está desamparada, pero sobre todo sin su compañero de más de 40 años.
“Mi esposo era que me ayudaba, que me pagaba la casa. Cuando nosotros salimos, mi esposo, pensando en el otro hijo de nosotros, que faltaba, que no iba en el grupo, (vivían en otras casas) él se detuvo a llamar y ahí a él me le cogió la explosión…”, cuenta la señora mientras su voz se quiebra y se incrementan las lágrimas.
Ahora solo le acompaña la tristeza y la insuficiencia respiratoria que por momento casi la asfixia por la inhalación del gas, que también le ha disparado la presión arterial, mientras no recibe informaciones sobre su futuro por parte de los propietarios del establecimiento.
A Mery Belliard, una vecina han tenido que sacarla al hospital varias veces y estuvo ingresada durante 15 días en el hospital Marcelino Velez con oxígenos, y como consecuencia del gas le dio neumonía y tiene un pulmón afectado.
En una mesita de su humilde casita derrama un sobre de medicamentos, once en total, que tiene que consumir y que con mucho sacrificio- dice-, se los compra la familia porque los propietarios de la envasadora se ha desentendido de su caso.
“Ellos no han arreglado… Esa ventana se dobló y la puerta se abrió y todo el cristal se rompió, yo estaba con mis niños aquí. Ellos vinieron y solamente le cambiaron el llavín a la puerta y la ventana la repararon, pero más nada”.
Daysy Peña y Danisa Hernández no salen de las clínicas debido a que quedaron con problemas en los pulmones. Peña es ciudadana estadounidense y dice que nunca había sufrido los pulmones. Ya lleva miles de pesos invertidos en tratamiento y se le dificulta respirar.
Cuentan que en el edificio donde viven observan como a los niños se les salen lo orines cuando oyen algún ruido y en el caso de Danisa, se despierta con frecuencia en las noches exaltada recordando la madrugada del 16 de febrero.
De sus propiedades afectadas, dicen que los propietarios de la envasadora les quieren dar lo que quieren, pero que se preparan para demandar a los ejecutivos Sol Gas.
El presidente de la Junta de Vecinos, Luis Alfredo Arnaud, dijo que los psicólogos han tenido que ir una vez a la semana a tratar a la gente por el nivel de ansiedad y nerviosismo que tienen luego de la explosión.
Usted sabe que ese es un problema que nos e quita por todos estos años, todo el que vivió eso tiene un trauma por mucho tiempo”, dijo. En cuanto a los problemas respiratorios confirmo que la gente va directamente a los hospitales y compra su medicina.
Explicó que cada vez son más los casos de casos de personas con afecciones en los pulmones. Dijo que está organizado más operativos médicos. Incluso el martes fue a la iglesia de la localidad el doctor Antonio Cruz Jiminián y ofrecieron sus servicios a los afectados.
Manifestó que algunos de los afectados recibieron algo de dinero para alquilar una casa, que deben pagar con sus propios recursos cuando se les acaben.
La gente es tímida al hablar de sus problemas en el sector, pero los pocos que hablan dicen que tienen la esperanza de que los dueños de las envasadoras pagarán las propiedades destruidas.
Diario Libre trató de constatar a los ejecutivos de Sol gas mediante llamada telefónica, en principio dijeron que estaban almorzando que llamaran 20 minutos más tarde y luego explicaron que tomarían nota de las preguntas y que llamarían en su momento.
