En los últimos años, se ha constatado que comer brócoli tres o cinco veces por semana puede reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer, incluyendo los de mama, próstata y colon. Un nuevo estudio señala que incluirlo en la dieta podría también protegernos del cáncer de hígado, así como ayudar a evitar que se desarrolle un hígado graso o la enfermedad de hígado graso no alcohólico, que puede ocasionar que este órgano deje de funcionar debidamente, e incluso llevar a un hepatocarcinoma, un cáncer de hígado con una alta tasa de mortalidad.
El equipo de Elizabeth Jeffery, de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, decidió que debía estudiarse el cáncer hepático particularmente en relación con el brócoli debido a la epidemia de obesidad que hay en los Estados Unidos y en otros países. Ya está presente en la literatura científica que la obesidad aumenta el riesgo de cáncer de hígado, y que ello es particularmente aplicable a los hombres. Tienen un riesgo casi 5 veces mayor de contraerlo si son obesos.
La mayor parte de la población estadounidense, como la de otras naciones industrializadas, consume una dieta alta en grasas saturadas y azúcares añadidos. Ambas clases de componentes alimentarios se almacenan en el hígado y pueden ser convertidos en grasa corporal. Consumir una dieta alta en grasas y azúcares, y tener un exceso de grasa corporal, está relacionado con el desarrollo de hígado graso no alcohólico, lo que puede llevar a enfermedades tales como la cirrosis y el cáncer de hígado.
Investigaciones anteriores sugieren que el brócoli, un vegetal que contiene compuestos bioactivos, podría impedir la acumulación de grasa en el hígado y proteger contra el hígado graso no alcohólico en ratones. Por tanto, Jeffery y sus colegas quisieron averiguar qué supone alimentar con brócoli a los ratones que tienen un conocido carcinógeno que causa cáncer de hígado. Los investigadores estudiaron cuatro grupos de ratones, algunos de los cuales fueron mantenidos en una dieta normal o en una dieta típica de la población estadounidense, y otros recibieron o no recibieron brócoli. Los resultados indican que el brócoli puede proteger contra el cáncer de hígado.
Aunque los investigadores usaron solo brócoli en el estudio, Jeffery indica que otros vegetales del género brassica, como la coliflor o la col de Bruselas, podrían tener el mismo efecto.