SANTO DOMINGO. El escenario político actual confirma la tendencia a la polarización que se ha venido enraizando en el país desde los comicios presidenciales del 1996, cuando se instauró el sistema de la doble vuelta electoral.
Este sistema, con el requisito de un 50% más un voto para ganar en la primera vuelta, ha sido una barrera que no ha podido superar el sector menos conservador del país que encarnaba el otrora opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y que hoy representa en su mayoría el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Esta barrera no fue superada ni siquiera por el expresidente Hipólito Mejía, quien ganó las elecciones del año 2000 con un 49.87%, ante la negativa del expresidente Joaquín Balaguer de respaldar al candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, para una segunda vuelta electoral.
Los resultados de la reciente encuesta Greenberg- Diario Libre indican que los polos están definidos entre el presidente Danilo Medina, candidato del gobernante PLD, con el 55% de las preferencias, y Luis Abinader, del opositor PRM, con 34% de la intención del voto.
En la encuesta Greenberg-Diario Libre de marzo del 2015, Guillermo Moreno, candidato presidencial de Alianza País, obtuvo un 7%, Medina 64% y Abinader, 16%. Al duplicar su votación, Abinader absorbió la gran mayoría del voto opositor, dejando en un 2% a Moreno, según el estudio realizado entre el 12 y 18 de febrero de este año.
Analizando la polarización de las últimas cinco elecciones presidenciales, nos encontramos que el PLD fue absorbiendo al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), sobre todo luego de la desaparición de su líder, y en las elecciones del 2004, obtuvo 8.65%, y fue decayendo en 4.59% en el 2008, subiendo levemente a 5.47 en el 2012, pero con Medina de candidato presidencial.
El PLD y el PRD polarizaron la arena política hasta el 2012, pero finalmente llegó a un acuerdo electoral con el partido oficial en septiembre de 2015, luego de su debilitamiento ante la división que dio origen al PRM.