El fundador de Al Qaeda, Osama bin Laden, dejó por escrito en cartas y otros documentos cómo sus al menos 29 millones de dólares en fondos y posesiones (26,65 millones de euros) tenían que repartirse tras su muerte, pidiendo que la mayoría de ello se destinara a seguir con la yihad global.
Una de las cartas, que forma parte de 113 documentos tomados por las fuerzas especiales estadounidenses en el asalto de mayo de 2011 en el que mataron a Bin Laden, ha sido descrita por oficiales de Inteligencia estadounidenses como la que sería su última voluntad. Los expertos creen que Bin Laden la escribió a finales de los años noventa.
La agencia Reuters y la cadena de televisión ABC han tenido acceso exclusivo a los documentos, que han sido traducidos del árabe y desclasificados por las agencias de Inteligencia estadounidenses. Forman parte de un segundo grupo de documentos que fueron incautados en la operación y que han sido desclasificados desde mayo de 2015. Todavía queda una gran cantidad sin haberse publicado.
En el documento que los oficiales creen que es su testamento, Bin Laden insta a sus familiares más cercanos a que usen la mayor parte de sus fondos para apoyar la yihad. “Espero que mis hermanos, hermanas y tías maternas obedezcan mi voluntad y gasten todo el dinero que he dejado en Sudán en la yihad, por la gracia de Alá”, escribió.
También estableció que el 1% debería ir a Mahfuz Ould al Walid, un miliciano de Al Qaeda que usaba el nombre de guerra Abu Hafs al Mauritani, al que Bin Laden prometió que recompensaría si sacaba el dinero “del Gobierno sudanés”. El fundador de Al Qaeda vivió en Sudán durante cinco años como huésped oficial hasta que le pidieron que abandonara el país en mayor de 1996 por el Gobierno islamista de entonces bajo la presión de Estados Unidos.
Otro 1% de la suma debía ser entregado a un segundo asociado, el ingeniero Abu Ibrahim al Iraqi Saad, por ayudar a establecer la primera compañía de Bin Laden en Sudán, Wadi al Aqiq, según el documento.
El fundador de Al Qaeda también fijó cantidades específicas en riyales saudíes y oro que deberían repartirse su madre, un hijo, una hija, un tío y los hijos de su tío y tías maternas.
En otra carta fechada el 15 de agosto de 2008, Bin Laden pedía que su padre cuidara de su mujer e hijos en caso de que él falleciera antes. “Mi querido padre: te confío a mi mujer e hijos, y que siempre te intereses por ellos y sigas su paradero y les ayudes en sus matrimonios y necesidades”, le reclamaba. En un último melancólico párrafo, pedía a su padre su perdón “si he hecho algo que no te haya gustado”.
Fuente: El País