SAO PAULO. La campeona olímpica de windsurf, Marina Alabau, dijo que contrajo zika mientras se entrenaba en diciembre en Brasil, lo que le provocó dolorosos síntomas que asegura no la asustan para competir en los Juegos Olímpicos en agosto.
En una entrevista telefónica con la AP, Alabau describió los síntomas que, según su médico, apuntan al zika, un virus que la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió como una “emergencia sanitaria internacional”. En este momento, la española compite en el campeonato mundial de windsurf en Israel.
Brasil es el epicentro del zika, y hay temor de que el virus podría ahuyentar a visitantes olímpicos o incluso algunos atletas. Los encargados de los Juegos han asegurado que se realizarán como están programados, entre el 5 y 21 de agosto.
Algunos sectores de la comunidad médica y científica creen que el virus, que es transmitido por la picada de un mosquito, está relacionado con la enfermedad congénita microcefalia. Las autoridades sanitarias internacionales han recomendado a las mujeres embarazadas que eviten viajar a más de dos docenas de países en Latinoamérica donde hay brotes de zika, e incluso algunos gobiernos han recomendado a las mujeres que no se embaracen por unos cuantos años.
Aunque pasó algunos días con fuertes dolores tras contraer el zika, Alabau exhortó a los otros atletas que competirán en Río a que no se preocupen.
“Está siendo un alarma demasiado grande. Tuve el virus y no me encontré súper mal, ni siquiera fui al hospital”, dijo. “No hay mucho que preocuparse”.
Alabau dijo que todo empezó con una fiebre mientras se entrenaba un día de diciembre en Río. La fiebre terminó en unas 24 horas, pero luego tuvo otros síntomas.
“Después todo el cuerpo se me puso rojo y me picaba. A los dos días se me empezaron a doler las articulaciones”, recordó. “Primero los dedos, después las muñecas y los dos tobillos. Fue ahí que volví a España porque estaba un poco preocupada”.
Alabau dijo que no le hicieron pruebas para detectar el zika en ese momento porque todo parecía una gripe normal. Sin embargo, dijo que se realizaría exámenes cuando vuelva a España a principios de marzo. Usualmente, el virus desaparece de la sangre tras unas cuantas semanas, así que no se sabe si será detectado cuando se realice la prueba el próximo mes.
El doctor Bruce Aylward, jefe de emergencias sanitarias y brotes de la OMS, dijo el viernes que se espera que el virus no sea un problema durante los Juegos porque habrá disminuido la población de mosquitos en el invierno austral.
Carmen Vaz, doctora de la federación española de windsurf que diagnosticó a Alabau, dijo a la AP que el diagnóstico de zika se basó en los síntomas de la atleta, y no en pruebas sanguíneas. Agregó que, sin análisis de sangre, no se puede descartar que la deportista haya sufrido alguna otra enfermedad transmitida por mosquitos que tienen síntomas similares, como dengue o chikingunya.
“España aún no estaban disponibles dichas pruebas, puesto que aún no se había extendido la alarma social por el zika”, escribió la doctora en un correo electrónico. Agregó que ella y Alabau decidieron informar lo que había pasado a la deportista para “ayudar a bajar la alarma social que se ha disparado, desde nuestro punto de vista de forma desmesurada”.
Sólo cerca del 20% de la gente que contrae zika tiene síntomas, y aparte de la posibilidad de que afecte a los fetos, usualmente sus efectos son leves y parecidos a los de una gripe. En contraste, el dengue puede ser mucho más peligroso, y cientos de personas mueren al año en Brasil por esa enfermedad.
Alabau, ganadora de la medalla de oro en los Juegos de 2012 en Londres, dijo que los dolores corporales continuaron cuando volvió a España en enero.
Dijo que tuvo más dolor en las articulaciones y dolores de cabeza que duraban unas cuantas horas y luego desaparecían.
“Nunca había tenido un dolor de cabeza así tan raro”, dijo.
La windsurfer indicó que volvió a competir a fines de enero, primero en Miami y ahora en Israel.
“Algunos atletas me preguntan sobre zika y yo digo que no es tan grave como se cuenta”, indicó. “Es menos que una gripe o un resfriado, estuve en la cama por un día y después fue normal”.