Buenos Aires, (EFE).- Desde que en su natal Manacor decidió incorporar en su calendario 2016 la defensa del título en Buenos Aires, Rafael Nadal sabía que junto con la posibilidad de recuperar su mejor tenis, en la capital argentina volvería a encontrar la calidez y el cariño del público. Y así fue en la cálida tarde-noche de una repleta pista Guillermo Vilas del Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde los fanáticos del actual número cinco del mundo volvieron a rendirle pleitesía a Rafa. Atrás quedó la final perdida en Doha casi sin oponer resistencia ante el serbio Novak Djokovic y el inesperado traspié ante su compatriota Fernando Verdasco en su presentación en el Abierto de Australia.
Borrón y cuenta nueva. Cambio de superficie y de aire. Volver a las fuentes para resurgir de las cenizas. Todas esas consignas guiaron al ‘Rey de la tierra batida’ a la capital argentina que lo recibió con los brazos abiertos.
Con el cartel de ‘no hay más localidades’ por primera vez en las taquillas del escenario argentino, Nadal demostró una vez más su espíritu convocante y certificó los motivos que llevaron al director del torneo, Martín Jaite, a celebrar cuando el español ratificó que defendería su corona en Buenos Aires.
Con el mejor cuadro en 44 años de historia de este certamen, Jaite manifestó en la antesala del debut de Rafa: “Veníamos con un nivel de venta de entradas y una expectativa muy grande, pero cuando confirmó que venía se potenció muchísimo”.
Cuando con su casaca amarilla y blanca con pantalón a juego, el mallorquín hizo ingreso en la pista, el público explotó en un aplauso acompañado del grito “Rafa, Rafa”.
Sin alterar su concentración disfrutó durante el calentamiento de la ovación a su amigo Mónaco e hizo un esfuerzo para no hacer una mueca ante el grito “Gracias por volver” que partió de la tribuna.
El ceño fruncido y el golpe seco a la pelota fueron una marca registrada del manacorense en el primer parcial, que encontró a un Mónaco en gran forma que dio batalla en la calurosa noche de Buenos Aires hasta sentenciar el 6-4 en favor del ‘ilustre visitante’.
El comienzo de la segunda manga mostró la versión más deslucida del español que sintió por única vez en el duelo la sensación de ser visitante con el público alentando al argentino ‘Pico’ Mónaco.
Puño apretado y grito de desahogo marcaron la remontada del ‘Gladiador español’, que superó el punto de inflexión de 1-3 y 15-40 para luego ganar doce puntos seguidos y ponerse por delante en el marcador.
Aliado de la malla, Nadal sentenció el segundo parcial tras un quiebre final y festejó a puño apretado y con un afectuoso saludo a su amigo.
Con la victoria consumada, Nadal ocupó el centro de la escena y saludó al público argentino que respondió con una ovación para el español y otra para el tenista local con el tradicional ‘Pico, Pico’.
La noche de su regreso terminó con la firma de algunos autógrafos, la mano en alto y una sonrisa amplia a la salida de la pista Guillermo Vilas ante un nuevo mimo del público argentino. EFE