PUERTO PRÍNCIPE.- Tras años de crisis política, que impidieron levantar cabeza a la débil democracia haitiana, este país, el más pobre de América, está a un paso de instalar un Gobierno de transición, tras no haber podido escoger en las urnas al sucesor de Michel Martelly, cuyo mandato vence este 7 de febrero.
Haití celebró elecciones presidenciales el pasado 25 de octubre y, según los resultados oficiales, ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría de los sufragios, por lo que es necesario celebrar una segunda vuelta entre el oficialista Jovenel Moise y el opositor, Jude Celestin, los dos más votados.
Los comicios fueron denunciados como fraudulentos por Celestin y otros candidatos de la oposición, que se aglutinó en el denominado G-8 y puso en marcha una serie de acciones para reclamar la revisión de los resultados que, en su opinión, fueron manipulados por el cuestionado Consejo Electoral Provisional (CEP) y por el Gobierno para beneficiar a Moise, un novato político.
Las críticas de la oposición llevaron a Martelly a nombrar una comisión independiente para investigar esos comicios.
La misma determinó que el proceso estuvo plagado de “serias irregularidades”.
Pero las conclusiones de la comisión no parecieron satisfacer a la oposición que pedían acciones concretas y castigo para los autores de dichas irregularidades, así como la sustitución de los miembros del CEP, que ahora se encuentra prácticamente desmantelado tras la dimisión de siete de sus nueve miembros.
La segunda vuelta de los comicios debía celebrarse el 27 de diciembre pasado, pero la oposición haitiana presionó a Martelly para que no se celebraran.
El CEP volvió a convocar elecciones para el 24 de enero, pero las aplazó unos días antes debido a la negativa de Celestin de participar en las mismas y por la violencia electoral desatada en la nación, que ha dejado al menos tres muertos.
Ahora la nación, la más pobre de América, se encamina a un Gobierno de transición, el segundo en este siglo, después del que encabezó entre febrero de 2004 y mayo de 2006 Boniface Alexandre, tras el golpe de Estado a Jean-Bertrand Aristide.
Aunque recientemente Martelly advirtió de que si no se logra un acuerdo antes del 7 de febrero no dejará “que el país entre en una situación de vacío de poder e inseguridad”, el titular del Senado, Jocelerme Privert, dijo este martes que el gobernante le comunicó que abandonará la Presidencia el domingo.
Asimismo, Privert informó de que Martelly y otros líderes y sectores nacionales e internacionales están coordinando acciones para la constitución de un Gobierno provisional a partir de la salida del presidente haitiano.
Todo puede pasar en Haití.
Miembros del disuelto Ejército de Haití salieron hoy a las calles de Puerto Príncipe a poner “orden” en medio de la crisis política que vive la nación, cuyo presidente, Michel Martelly, concluirá el domingo su mandato sin que se haya elegido a su sucesor en las urnas.
Los exmilitares se desplazan por las calles en motocicletas y con armas.
Su presencia ha creado pánico en la población de Puerto Príncipe, sobre todo después de que uno de sus líderes, Guy Philippe, involucrado en el golpe de Estado perpetrado en 2004 en contra del presidente Jean Bertrand Aristide, señalara que si la oposición “quiere guerra” ellos “están listos”.
Las elecciones haitianas han sido muy reclamadas por la comunidad internacional, muy presente en Haití tras el terremoto que asoló la capital de esta nación dejando más de 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados, de los cuales miles siguen en albergues.
Precisamente, una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) llegó el pasado fin de semana al país para mediar en la crisis política interna.
Además de la OEA, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), envió una misión a Puerto Príncipe, con el propósito de contribuir con la resolución de esta crisis que amenaza con tambalear el frágil sistema democrático de Haití.
A su vez, la Comisión Europea manifestó este miércoles su “preocupación” por la situación política en Haití y pidió a todas las partes que busquen un consenso para reanudar el proceso electoral y eviten la violencia.
“Esperamos que se llegue a un consenso para que se reanude el proceso electoral”, declaró la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, durante un debate sobre Haití en el Parlamento Europeo, que aprovechó para “hacer un llamamiento a todas las partes para que no caigan en la violencia”. EFE